EL PERIODISMO EN CHIAPAS

Este es una bitácora exclusivamente para textos relacionados con la historia del periodismo en Chiapas. Para exhibir los aciertos y desaciertos, dislates, cosas chuscas y otros detalles que reflejen la idiosincrasia del periodismo chiapaneco. Tantas cosas y situaciones que veo y leo que no quiero que se pierdan en el tiempo, quiero documentarlo y compartirlo. Advierto que para nada pretendo congratularme u ofender a persona alguna.

miércoles, agosto 30, 2006

La Foja Coleta

Se constituye Sociedad Civil para la comunicación-La foja Medios, de Comunicación, Información y Cultura, S. C.-Concepción Villafuerte-
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México.
Martes 8 de Agosto de 2006.
Número 1802.

Hoy, oficialmente nos hemos marcado como inicio de actividades en el proyecto de La foja Medios . Es la continuidad de La foja coleta.

La foja Medios, abarca otros proyectos en Comunicación, Información y Cultura.

El camino ya está andado, nada más hay que ampliarlo, reforzarlo, consolidarlo para hacerlo permanente, es un proyecto de vida.

Son varios los objetivos a cumplir. Entre ellos la edición de medios impresos; periódicos, revistas, libros, folletos.

Medios orales y visuales para radio, televisión, internet.

Pláticas, seminarios, conferencias, talleres.

Un centro de información donde se pueda consultar acontecimientos ocurridos durante los últimos 32 años del siglo XX y los que van del Siglo XXI.

Un lugar de trabajo para quienes gustan de escribir en los diversos géneros de la comunicación.
Un espacio para dialogar, aprender y participar en la vida activa de la comunidad.

Un rincón para conversar sobre temas sociales, culturales, políticos, de donde surja el análisis y la reflexión.

Una alternativa de convivencia pacífica, que ante la falta de espacios se hace necesario inventar.

Eso será a partir de hoy, La foja Medios, de Comunicación, Información y Cultura

REFLEXIONES Y PRECISIONES

" La foja Medios, de Comunicación, Información y Cultura"

-De un proyecto ciudadano que nace para informar, puntualizar, formar y educar; jamás para deformar, confrontar, chantajear o adular.

-Francisco Ruiz Zuart-

En estos días, cuando en el mundo entero se padecen incertidumbres, inseguridades, abusos de los poderosos, atropellos de gobernantes de todos los niveles y siglas, menosprecio por todos aquellos que jamás han podido tener y disfrutar, en estos tiempos, donde sólo vale el que tiene $, donde bastante se habla para mentir, mucho se actúa para simular, en exceso se "informa" para deformar, donde los medios frecuentemente "divierten" para idiotizar, "entretienen" para "distraer" de excesos perversos, en estos tiempos, de acelerada descomposición de la sociedad, de heridas difíciles de superar en el tejido social y de una pérdida vertiginosa de valores elementales, para un desarrollo sano, justo, armonioso y equilibrado de la sociedad mundial, continental, nacional, estatal y local, en este escenario nada fácil y para las mayorías, pesadamente injusto, nace en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, un proyecto ciudadano, formalmente denominado La foja Medios, de Comunicación, Información y Cultura, que esencialmente, pretende contribuir, desde aquí, con todo lo que tiene y pueda, a construir una sociedad donde quepamos y vivamos todos, no apretados y menos unos atropellando a otros, donde a todos se nos asegure nacer, crecer, vivir, producir, reproducirnos y morir como seres humanos civilizados, y no como bestias o peor que ellas.


Los que forman parte de La foja Medios, de Comunicación, Información y Cultura, tienen clara la cuestión situacional y principios que estimulan la necesidad de nacer, de ser responsables y cuidadosos para que la "criatura" no tenga problemas con su nacimiento, se le apliquen todas las "vacunas" que le eviten enfermedades a temprana edad, se prevea lo suficiente, para aislarlo de contaminaciones mortales, se le oriente y eduque en función a intereses sociales y no personales o de grupo, y sobre todo, se le enseñe con la práctica, que el único camino prometedor, seguro, responsable y confiable, es aquel donde caminan las mayorías, los que tienen mucho para dar y siempre reciben poco o nada, y que con excesiva frecuencia, únicamente reciben en abundancia, menosprecios, traiciones y olvidos.


Los foja Medios, de Comunicación, Información, y Cultura, en principio, ya están más allá de los románticos, su quehacer los identifica, la práctica los acredita y no existe el mínimo espacio para cuestionarles autoridad moral, confusos principios, ambigüedades en el discurso o lealtades a medias. Desde luego, todo esto se señala y destaca, no para generar confianzas enfermizas o ambientes petulantes, sino para precisar los cimientos sobre los que se continuará construyendo, obra donde ya algunos dejaron su vida, y viven ahí, muertos, pero viven.


La vida, no es la vida que vivimos. La vida, es el honor, es el recuerdo; por eso hay muertos que en el mundo viven, y hombres que viven en el mundo, muertos.


No sobra precisar que, este viejo proyecto, que arranca con capítulo nuevo, no lo anima la confrontación, como no le atrae la subordinación, no nace para la provocación y menos para ejercitarse en el ruin oficio de la adulación, no llega para vender ambigua publicidad, que luego se entiende como pago para la complicidad.


La foja Medios, de Comunicación, Información y Cultura, llega buscando a sus iguales, que pretendan un mundo mejor, que critiquen, pero propongan, que estén de acuerdo en construir entre todos, a trabajar en equipo, a soñar juntos, pero despiertos, a construir hacia arriba, aunque cueste más, escuchando a todos, aunque lleve tiempo.


El reto para el proyecto ciudadano que hoy nace, no es fácil, ni está exento de riesgos, como tampoco es fácil y sin riesgos la vida sufrida de millones de ciudadanos del mundo, que diariamente se levantan ignorando qué se llevarán a la boca, con qué se cubrirán en la noche o en qué trabajarán el día siguiente. Aún en este deprimente escenario mundial, continental, nacional, estatal y local, a los de La foja Medios, de Comunicación, Información y Cultura, les sobra, derrochan y ofrecen, confianza, esfuerzo y optimismo, seguros de que los movimientos más trascendentes, son los que no emiten ruidos; los pasos de avance seguro, son los que no hacen polvo, y; los esfuerzos que cuajan temprano, son los que no se les fijan tiempos.

MI OPINIÓN

-Heriberto Velasco-
"Y lo que dije, solo es el diez por ciento", comentó el regidor Ancheita, ¿y el otro 90 por ciento? Esta expresión y un mensaje en el noticiero que cuestionó al regidor Salvador Camacho sobre su silencio, "cuando estaba de locutor hacía denuncias, ahora que esta en el poder, nada dice", algo así dijo el radioescucha, nos motivaron para redactar esta Opinión… La verdad que esto nos hace reflexionar sobre el valor de la honestidad y por más que le damos vuelta también nos resulta difícil entender el silencio de regidores y regidoras.

La única explicación que es que les importa más los 35 mil, más viáticos, que los intereses del pueblo; o también que son cómplices… Porque el diez por ciento de Ancheita no es una dádiva, más bien creo que debería decir el resto para que no pensemos que no quiere soltar lo demás porque quiere cuidar la dieta, o hacerse de algún privilegio.

Y los demás también, porque en defensa de Ancheita podemos decir que aunque sea el 10 por ciento nos ha dicho, pero los otros 13 ni el punto cinco… No crean que el pueblo no se da cuenta, por eso preguntan por qué "chavita" ya no critica al ayuntamiento. Sí se da cuenta y por eso pregunta y especula la razón de su silencio. Es más, tengo en mis manos copia de informes de sus actividades y la verdad que dan pena; asistí a seis reuniones, a cuatro homenajes, cinco representaciones del presidente, cuatro juntas de las comisiones a las que pertenezco, y cosas por el estilo. Como verán para puras vergüenzas los informes. Nada de las actividades que al ciudadano le puedan beneficiar, nada que pueda ir en pro del bien común, nada… Y ahora que Ancheita habló, nos queda claro que no cumplen con su trabajo.

En desagravio de los plurinominales, incluso de los de mayoría relativa, también sabemos que funcionarios que se creen presidentitos los tratan con la punta del zapato y les niegan información y a la mejor no tienen mucho que decirle a su pueblo. Pero aún en esas condiciones, guardar silencio también es ser cómplice… Porque si solicitan información y no les dan, hay que denunciarlo, pero si la tienen suéltenla para que el pueblo no se pregunte por qué ahora ya no denuncian; para que no pensemos que les interesa más los 35 mil que los intereses del pueblo.

Para que eviten que el pueblo haga cuentas como ésta; si solo soltó el diez por ciento, esa misma proporción de su sueldo es tres mil 500; o sea el otro 90 cuesta 31 mil 500… "Tas magres", ese sueldo para nosotros es una fortuna; es más, sus polecillitas ganan dos mil 400 al mes; o sea en todo el año no ganan lo que ustedes en un mes. Es más, esos polecillitas les obligan a trabajar 24 por 24, es decir un día completo; y yo he visto a varios de ustedes que van y checan y no se les vuelve a ver todo el día; o checan y se van al super por el mandado y regresan a checar la salida.

Como decía mi amiga lavandera que filósofa era, ¿Cómo la ven señores regidores y regidoras? Pero, ojo también piensen en esto: eso que vemos como una fortuna, es nada con lo que esos presidentitos se embolsan con su silencio; con ustedes hablamos de miles, con ellos se habla de millones… Por otro lado, señores y señoras, en su yo interno ¿No se han preguntado alguna vez si vale la pena el silencio? ¿Se habrán planeado alguna vez esa disyuntiva? ¿Es honesto guardar silencio, o el otro 90 por ciento? No se ofendan mis queridos regidores y regidoras, pero piénselo bien, el pueblo ya se da cuenta y puede que en cierto momento se anime a pedirles cuentas…

Miren, todos se dan cuenta de cómo el ayuntamiento municipal casi en pleno ahora se dedica a apoyar a "futuro Sabines", todos nos dimos cuenta que el pasado fin de semana hasta efusivas peroratas se echaron a favor de "sonrisas colgate"; incluso que la presidenta del voluntariado asistió a los actos de apoyo, (la vimos haciendo señas a los camarógrafos pidiéndoles que no la filmaran). Y todo eso lo sabe el pueblo mis amigos, entonces sería más sospechoso su silencio si no denuncian todo lo que esta pasando al interior de la comuna. Porque sí resultó alarmante lo que dijo Ancheita en ese diez por ciento; tan es así que todos nos preguntamos ¿Qué habrá realmente? No es tarde señores y señoras, su pueblo se los agradecerá y Dios se los pagará con muchos nietos.


LA COLUMNA
-Concepción Villafuerte-

Hoy se cumplen dos meses del cobarde atentado terrorista en contra de Hugo Robles Guillén y, con denuncia o sin denuncia, simplemente no ha ocurrido nada, es decir, los maleantes están tranquilos... Otra de policías, resulta que nos reportaron que ayer estaba a oscuras las oficinas de la policía municipal. Más tarde nos dijeron que habían cortado el servicio telefónico, que ni siquiera a la oficina de Comunicación Social podía uno comunicarse. Y

Y es que no alcanza el presupuesto para financiar tanta campaña, tienen que hacer uso de los recursos del gasto corriente y dejar sin servicios a las oficinas, pero eso sí, los regidores desayunan en restaurante de lujo a escasos cincuenta metros de donde tienen sus oficinas, con tarjeta a cargo del ayuntamiento, ni modos, tienen que gastarse la paga en esos "viáticos" a dos pasos de sus oficinas... Y más vale que se pongan listos para comprar votos para el 20 de agosto y le cumplan a su gobernador para que gane su candidato, sino, se puede acabar el ayuntamiento...


La fajiza


Proyecto nuevo, no quiere decir que se dejará de atender y exhibir a gobernantes miserables, políticos sinvergüenzas y prostituidos ayuntamientos.

El gobierno dice que: existen graves irregularidades en los municipios, pero que todo después del 20. Está claro, quien el 20 no cumpla a su gobernador, será atorado y exhibido.


Directora: CONCEPCIÓN VILLAFUERTE
Editor: Amado Avendaño Figueroa.
Colaboradores: Heriberto Velasco, Francisco Ruiz Zuart, Manuel Martínez, Carlos Herrera, Hugo Isaac Robles Guillen
Oficinas: Calle Venustiano Carranza#28
Barrio de San Diego, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.

domingo, agosto 27, 2006

Concepción Villafuerte, auténtica coleta, transgresora...

Navegando en la red me encontré esta semblanza que hace de sí misma doña Conchita. La escribió en el 2003, un año antes de que don Amado se le fuera físicamente de su vida.
Esta publicado en La Jornada.
Reflexiona: "Es peligroso hacer un periódico"

-- Era un atrevimiento que firmara las notas. Ese trabajo era del hombre-- Llegaban anónimos donde lo único que no me decían era bonita-- Los políticos se dirigen siempre a mi marido, yo hago el periódico pero para ellos no existo.

Concepción Villafuerte

Mi nombre es Concepción Villafuerte y mi madre me regaló su nombre, Esperanza Blanco. Ella me contó su historia.
Nació en el año uno del siglo veinte y yo nací 45 años después, al terminar la segunda guerra mundial. Las leyes de Reforma llegaron a Chiapas con un siglo de retraso, la iglesia católica tenía el monopolio de los registros de nacimiento, por eso al bautizarme me pusieron María, de tal suerte que me llamo María Concepción Esperanza Villafuerte Blanco.
Cuando por curiosidad le pregunté a mi madre por qué me puso ese nombre. Ella me contó una historia. Durante la guerra cristera el gobierno del general Calles fabricó a una mártir para inculparla de un crimen que el mismo gobierno cometió: la señora Concepción Acevedo de la Llata, conocida como la madre Conchita. Después de haber purgado su condena en las Islas Marías, recorrió el país contando su historia. Un día llegó a San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, lugar donde yo nací, donde nació mi madre, mis abuelas, bisabuelas y tatarabuelas. (Soy auténtica coleta, así les dicen a los nativos de esta ciudad). Mi madre se conmovió tanto con el relato que cuando nací me puso ese nombre.
Vivo en la ciudad que fundaron los españoles y sus indios aliados en 1528. Los conquistadores trazaron la ciudad y a los indios les destinaron los barrios que la rodean. Aquí se comercializaban los productos que los peones acasillados transportaban a lomo de mula o de indio y que provenían de las haciendas.
En cada casa había una mujer empresaria que se encargaba de administrarlos. La única libertad para las mujeres era acudir a misa los domingos y fiestas de guardar. Los demás días trabajaban dentro de sus casas. Había sirvientas y criadas. Las criadas eran sirvientas-esclavas. Niñas que a cambio de un dinero eran entregadas de por vida a los ricos. Todavía la servidumbre doméstica es mayoritaria-mente indígena.
De la revolución solo nos llegó la resaca: las hordas saqueadoras de federales, revolucionarios o mapaches. Al abuelo Enoc se lo llevó la leva. Regresó muy enfermo. Después de la revolución llegó la guerra cristera. No hubo enfrentamientos armados pero la gente sufrió mucho por la prohibición del culto. Tener que cumplir con los sacramentos a escondidas era un gran conflicto, particularmente para las mujeres pues ese era el único pretexto para salir de casa.
Después de la guerra cristera comenzó la lucha política. Por primera vez en la historia vino a esta ciudad un candidato a la presidencia de la república, el general Lázaro Cárdenas. Fue un acto importantísimo, pero junto a ese nuevo gobierno llegó también el indigenismo. Por primera vez los indios entraron a la ciudad en una marcha por la Milpoleta hasta palacio municipal. Llegaron para apoyar al candidato del PRI de aquella época.
En los años cincuenta, los indios, después de la efervescencia cardenista, comenzaron a ser la carne de cañón del gobierno priísta. Vivíamos juntas mi madre y yo, pues mi padre falleció en esa época. Tuve muchos hermanos pero no conocí a la mayoría. Murieron por enfermedades curables antes que yo naciera. No había vacunas, ni hospitales, los que sobrevivimos fue gracias a la medicina casera y un milagro.
En la adolescencia, por la orfandad y la falta de apoyo económico, se pasó el tiempo de cursar la secundaria. Fueron tres años sin rumbo, a veces con un hermano, otras con una hermana, viviendo otras costumbres fuera de la casa materna. Entre el ir y venir aprendí a escribir a máquina; con ese solo conocimiento conseguí trabajo de mecanógrafa. Mi hermano me regaló sus libros para aprender contabilidad. Trabajé primero en una empresa de transportes que estaba a 200 metros de mi casa; pero tenía forzosamente que atravesar por la Escuela de Derecho.
Cada mañana era un martirio porque salían los estudiantes burlones exactamente al diez para las ocho, cuando yo atravesaba esa calle; siempre me fastidiaban. En la empresa donde trabajaba conocí a un notificador de Hacienda. Transcurrían los años sesenta, la ciudad y su gente comenzaban a cambiar, había llegado el nuevo obispo, y con él, la reestructuración eclesiástica.
A las mujeres nos permitieron entrar al templo sin el velo en la cabeza, los sacerdotes oficiaban de frente a los fieles. Cambiaron el latín por el español en la liturgia, y en las comunidades indígenas por la lengua materna.El notificador de Hacienda que frecuentaba la empresa donde trabajaba, era simpático, amable y educado; no era el tipo coleto orgulloso, pedante y engreído. Mantuvimos un año de amistad y después Amado y yo nos casamos. Aquí terminó una etapa.
II

Cuando empezó mi vida de casada descubrí que mi esposo tenía una extraña afición. Todos los días a las ocho de la noche tomaba su libreta, se enroscaba la bufanda al cuello, se ponía el sombrero y se iba. Era redactor de la nota social de un periódico que comenzó a circular en 1967. En la ciudad no había radiodifusora, ni televisión y apenas unos cuántos teléfonos.
Regresaba en la madrugada y al siguiente día, a las siete de la mañana, tenía que estar levantado para el trabajo. Esa actitud me fastidiaba y detestaba al periódico.
Entre el 67 y el 70, tuvimos cuatro hijos –entre ellos unas gemelas-. En 1968, se le ocurrió a mi esposo y a un amigo, la brillante idea de editar un periódico semanal, Tiempo lo llamaron y circulaba los fines de semana. Ya no eran las noches y las madrugadas, eran los fines de semana los que me quitaba el periódico.
La actividad era abrumadora. Se formateaba a tipo suelto, letra por letra, durante 48 horas-hombre. Además había que convencer a los tipógrafos para que trabajaran en la noche, se les llevaba su tequila, la botana y los tacos. La parte más difícil era el financiamiento, ver los anuncios y la circulación. No había voceadores, pues no existían periódicos. Hay un internado de niños indígenas que les daban el domingo libre. Una veintena de ellos acudía a sacar su paquete de periódicos para venderlos en las calles, la circulación era muy efectiva y la gente leía, increíble, pero leían más que ahora.
Continuábamos editándolo por puro gusto. Me hice cargo de la administración. Hay que decir también que estábamos bien ocupados en la crianza de niños, Amado se hacía cargo de sus 7 hermanos y yo de mis cuatro hijos, mi madre me ayudaba, pero era complicado. Llegaron los años setenta y la sociedad nos cambió la vida. Al principio nos enrolamos en el Movimiento Familiar Cristiano, la parte social de la iglesia católica. Fue una época en que la iglesia se extendió. Surgieron las comunidades eclesiales de base y también en las comunidades indígenas se dio ese cambio.
En 1973 la ciudad sufrió la última inundación. Quedó bastante deteriorada. Por otra parte comenzaron a surgir los indígenas. Estaba de moda el PRODESCH (Programa de Desarrollo Socioeconómico de los Altos de Chiapas), un programa ambicioso para el desarrollo de los pueblos indios en donde hubo derroche hasta el cansancio. Se realizó el primer congreso indígena, o lo que fue la segunda toma de la ciudad por los indios. En el 75 nació mi quinto hijo. No podíamos ni sabíamos informar sobre la lucha social, nos concretábamos a la situación local, pero cada vez había más información de los pueblos indios.
En 1978 mi esposo decidió estudiar una maestría y se fue al DF. El periódico tendría que desaparecer pero ya habíamos adquirido una enorme imprenta del siglo 18, que la pagamos con la venta de nuestro vehículo. En ausencia del editor asumí la responsabilidad del periódico. Busqué algunos artículos de fondo, la nota de eventos sociales que era muy importante, los acontecimientos más recientes y salió la edición. Fue mi primera experiencia de enfrentamiento con la sociedad coleta. Era un atrevimiento que yo firmara las notas. Ese trabajo era de mi marido, del hombre. Ese trabajo no se veía bien en una mujer. Nadie se atrevió a decírmelo de frente, lo leí en los anónimos, igual a los que recibí en 1994 y que sigo recibiendo hasta la fecha con amenazas de muerte y con insultos, porque nos culpan de ser zapatistas.
Una mujer de periodista. ¡Vaya atrevimiento!Una vez recibí un texto de uno de los colaboradores espontáneos. Era una crítica redactada en términos rebuscados y se refería a los clubes de damas de la costura, que eran muy elitistas y en los cuales las damas de sociedad se reunían una vez a la semana para coser y echar tijera. Lo publiqué y después recibí un anónimo en el que lo único que no me decían era bonita. Sí decía que yo era una arrabalera y que jamás sería una dama de sociedad. Ni modo, así me quedé.
Fue un año muy difícil por la ausencia de mi esposo, la atención de los niños, mi madre enferma y yo enfrentándome a la sociedad coleta.Los periodistas "colegas" de mi marido, no míos, se sintieron agredidos por mi atrevimiento. Manejaban en sus columnas críticas ofensivas, pero al igual que ahora, ni los veo, ni los leo.
Al año siguiente volvió mi esposo a reintegrarse a la actividad normal. Empezamos a reorganizar el Tiempo, pero yo había cambiado la estructura, había incluido otro tipo de información y la mayor parte de las veces había confrontación de ideas. Amado siempre ha sido muy institucional y legalista y yo he sido muy irreverente, yo escribo como hablo, no disfrazo las palabras. Luego, si el traía una nota del PRI y yo tenía una nota de indios yo le volaba la del PRI y metía la de los indios. Entonces, cuando él hacía el periódico yo no participaba y cuando él no podía, yo lo hacía, pero a mi modo.
En 1979 y parte de 1980 seguimos editando el Tiempo. Para esas fechas yo ya conocía y tenía amigos periodistas que me daban información de denuncia, de problemática social y sobre los indígenas. Estábamos en esa transición de la información cuando en la madrugada del 26 de julio de 1980, cuatro escopetas calibre 16 fueron disparadas por igual número de pistoleros, haciendo trizas los cristales de la casa y de nuestros vehículos. A los tres días supimos que el agresor intelectual era un amigo del gobernador en turno, que se había molestado porque en un periódico de la capital del estado se había publicado una nota en contra de su padre que era talador de bosques, y se imaginó que nosotros éramos amigos de aquel periodista.
Comenzamos a planear editar un diario.

III
No teníamos equipo, el proceso de tipografía era muy lento, había que buscar otro tipo de maquinaria. Un linotipo y una prensa plana serían maravillosos.
Sí, pero ¿dónde conseguirlos, con qué dinero, quién lo iba a instalar, cómo aprender a usarlos?. Dos meses después llegó la respuesta. Unos vendedores de maquinaria vieja ofrecieron conseguirlos. Llegó el equipo, se instaló en una galera junto a la casa, pero no sabíamos manejarlo. Pasaron dos años para poder echarlo a andar. Estábamos listos para empezar, cuando el Chichonal hizo erupción y se nos llenó el taller de ceniza; nos quedamos otro año limpiando, desarmando máquinas, engranes, techos y pisos; no se podían echar a andar las máquinas porque la ceniza las destruiría.
La vida se fue haciendo más agitada en lo social y más aún en lo económico. Los gastos eran mayores y ya no teníamos otros ingresos, nos dedicamos a la imprenta. No se financiaba el periódico, teníamos que maquilar trabajos.
El 3 de noviembre de 1983 decidimos hacer un diario. Lo llamamos el Diario Hoy, y el Tiempo seguiría siendo semanal. Amado dirigía el semanario y yo el diario. Hicimos encuestas para saber si se podía financiar un diario en la ciudad, nadie le auguró larga vida. Pero cumplimos el primer año, luego el segundo y así continuamos. Era la época del gobernador Absalón Castellanos, que desató una represión masiva y sentimos en carne propia lo que significan las amenazas del gobierno. Seguimos publicando en el diario todas las cuestiones indígenas hasta donde alcanzaba el espacio. Fuimos señalados como comunistas y en ese tiempo el comunismo era como el demonio. Después, en el trajín de la comunicación, coincidimos con don Samuel Ruiz García en su pastoral indígena. En el 85 nació mi sexta niña.
Al final de los años 80s, toda la familia se había integrado a la edición del periódico. Habían hijos e hijas linotipistas, prensistas, formadores, distribuidores, que después se convirtieron en reporteros, escritores, redactores y finalmente algunos en profesionistas de la comunicación.Llegamos a la década de los noventa en un estado convulsionado por la situación social, política y económica. Estaban los asentamientos de los indígenas expulsados, las invasiones, la represión, las movilizaciones de mujeres, maestros, campesinos y las constantes denuncias de violación a los derechos humanos.
Don Samuel Ruiz García nos invitó a participar en el nacimiento del Centro de Derechos Humanos (CDH) Fray Bartolomé de Las Casas. Acudimos a su llamado y a partir de ahí no nos quitaron el mote de ser protegidos de don Samuel y a él de financiar nuestro periódico. Fueron años muy difíciles, porque además de trabajar en el CDH sin cobrar salario, teníamos que hacer el periódico.
El Diario Hoy lo mantuvimos desde 1983 a 1989, éramos codirectores Jorge Enrique Hernández y yo; en el 86 metieron a la cárcel a Jorge Enrique, pero en el 89 cuando entra Patrocinio González Garrido como gobernador, lo deja libre y ya no quise seguir manteniendo el nombre de Jorge Enrique, para dejarlo en libertad, por si había hecho tratos con Patrocinio. Cancelé el Diario Hoy, lo borré del mapa e hice el diario Tiempo.
Con Patrocinio como gobernador la situación social era humanamente insoportable. No podíamos captar y menos transmitir tanta noticia sobre injusticias, atropellos, violaciones. Empezamos a soñar en comprar una maquinaria que nos pudiera dar más rendimiento, más páginas para aumentar la información.
n 1993 pensamos en hipotecar la casa, nuestro único patrimonio, aun a sabiendas que podíamos perderla si no resultaba la inversión de la nueva maquinaria. Terminó el año 1993, el crédito lo obtendríamos el 15 de enero del año siguiente.
Hasta ahí llegamos, el 1o. de enero de 1994 nos cayó de sorpresa el surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) que trajo consigo otra historia pendiente de contar. Han transcurrido nueve años que no puedo reseñar. Es demasiada información. Se necesitaría escribir en varios tomos. A lo mejor mis nietos lleguen a conocer esa otra etapa.

IV
En el 94, el Tiempo lo tuvimos que suspender porque ya no podíamos sostenerlo económicamente, Amado se lanzó como candidato a gobernador de la sociedad civil, con registro del PRD.
Mientras Amado fue gobernador en rebeldía, mantuvimos a Tiempo como revista, que la especializamos en información zapatista. Una vez que Amado terminó su compromiso con el EZLN, de ser gobernador en rebeldía, empezamos a hacer La Foja Coleta, en septiembre de 1998; ahora sale diario, a excepción del domingo. Es una sola hojita, es lo máximo que podemos hacer, es muy barata porque cuesta un peso, hacemos puras notas locales.
En el feminismo estuve 10 años pero me da mucha tristeza hablar de eso porque las mujeres no se dejan ayudar. Luchamos mucho con ellas para que por lo menos se defendieran de los maridos, pero era una lucha infructuosa para que entendieran por qué el marido no tiene derecho a golpearlas, decían “sí, está bien” pero nada mas veían al marido y volvía a doblegarse.
Trabaje 10 años en acompañar a las mujeres violadas y maltratadas, pero definitivamente tiene que ser una estructura que cambie la mentalidad y las cosas, necesitamos otro tipo de respeto, no nada más defendernos. Estamos igual que los indios ¿Cuándo nos van a dar un renglón?
Algo que antes me daba coraje es que viene gente y pregunta por el licenciado Avendaño, los políticos si quieren hacer una declaración, una confesión, un apoyo, es a Avendaño al que se dirigen, yo no existo. Amado su único trabajo en La Foja es hacer el editorial y revisar la corrección, todo lo demás lo hacemos mis hijos y yo, pero todo mundo le manda las invitaciones al licenciado Avendaño. Bueno, si yo se que yo hago el periódico ya para qué me preocupo de que le manden las invitaciones a él.
Seguimos viendo que es peligroso hacer un periódico. El 21 de abril en la madrugada, nos balacearon el domicilio, 8 balazos de 9mm. La Procuraduría de Justicia inició una averiguación, yo digo que es una farsa porque dicen que fueron dos militares ebrios los que vinieron a disparar frente a la casa, de uno dan el nombre y de otro un apellido, y la testigo es una indocumentada que trabaja como prostituta, pero no vive en mi calle sino en la paralela a la mía. Dicen que los militares estaban ebrios pero yo salí a la calle inmediatamente después de los impactos y no había nadie en la calle. Yo pido una ampliación a la declaración, no la hacen; que manden a citar a las personas que dispararon para ver porqué lo hicieron.
Para mí que es una intimidación porque publicamos la auditoria interna que se hizo en el municipio de San Cristóbal, que gobierna Enoch Hernández Cruz, del Partido Alianza Social (PAS). Me la dieron a conocer y yo la publiqué, hay un fraude millonario. Ahora que si los militares asumen su responsabilidad, los quiero ver.

viernes, agosto 25, 2006

Amado Avendaño, post mortem

ISAÍN MANDUJANO
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis.- Amado Avendaño ha muerto.



“Abogado de profesión, periodista de oficio, y político por accidente”, así se definía, Amado Avendaño Figueroa, el ex gobernador rebelde de Chiapas, quien respaldado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) contendió en las elecciones de 1994.

El periodista Amado Avendaño se asombró cuando la mañana del primero de enero en la plaza central de esta ciudad, al dirigirse al líder encapuchado del grupo armado alzado en armas, éste le llamo por su nombre de manera afable y confianzuda, era el subcomandante Marcos, recordaría después en su largas charlas repletas de anécdotas.
Con una fotografía en su despacho particular Amado Avendaño presumiría por siempre aquel primer encuentro con el líder del EZLN. Después de éstas muchas imágenes más inundarían su álbum: con los milicianos, con las bases de apoyo, con los niños zapatistas, con todos y cada uno de los actores que del movimiento rebelde formaron parte como protagonistas.
Nacido en el pueblo costeño de Mapastepec, hace 65 años, Amado Avendaño se vino a estudiar derecho a esta ciudad, donde incursionó en el periodismo, para fundar en febrero de1968 su periódico “Tiempo, que informa y orienta”.
Seis años después en 1974, luego de la inundación de la ciudad, el gobernador Manuel Velasco Suárez, originario de este mismo lugar, impuso como alcalde de esta ciudad al último regidor suplente del ayuntamiento -a Amado Avendaño-, para sustituir al edil Federico Ruiz Salazar, quien se declaró enfermo y no pudo recibir al presidente Luis Echeverría que había visitado la zona de desastre.
En aquel 1994, se celebró en esta ciudad el Primer Congreso Indígena Fray Bartolomé de Las Casas, que sería uno de los antecedentes del movimiento rebelde que se gestaría en la Selva Lacandona.
Terminó su gestión municipal y Avendaño regreso a la trinchera periodística donde con su esposa, la aguerrida, Concepción Villafuerte consolidó la empresa familiar dándoles voz a los indígenas, a los grupos marginados y reprimidos por el gobierno.
Cubrió el surgimiento de las organizaciones sociales en los ochentas y la represión; las arbitrarias acciones desde gobernadores como Juan Sabines, pasando por Absalón Castellanos y Patrocinio González Garrido, denunciando todo puntualmente.
Cuando el levantamiento armado el 1 de enero de 1994, Amado y Conchita se enteraron desde muy de madrugada de las filas de indios armados que zumbaban por las lluviosas y gélidas calles de esta ciudad. Desde su pequeña oficina y su destartalado fax se difundió a las principales cadenas nacionales e internacionales de radio y televisión la Primera Declaración de la Selva Lacandona emitida por el EZLN.
A partir de ese alzamiento el periódico Tiempo no tuvo otra opción: tomó partido, filia rebelde. Se convirtió así en el órgano de difusión del ELZN. La familia Avendaño tuvo que ceder y entregar como cuota los 26 años de periodismo a un levantamiento indígena.
En ese marco de 1994, cuando Amado Avendaño regresó de Santiago de Chile, su familia le notificó que la sociedad civil lo quería de candidato a gobernador de Chiapas por el PRD, que tenía por ende el apoyo decidido de la Comandancia General EZLN.
Avendaño se adentró a al selva y fue en la búsqueda de explicación alguna. No había más estaba condenado a contender ante el priísta Eduardo Robledo Rincón. La orden de la comandancia en voz del subocomandante Marcos era que encabezara un gobierno de transición, que creará una nueva constitución política local y que convocará -ahora sí- a elecciones libres y democráticas.
Con la línea rebelde Amado caminó por todo Chiapas, hizo campaña hasta que un trailer embistió su camioneta en la carretera costera, cerca del pueblo que lo vio nacer. Y aunque el sobrevivió con varias lesiones, tres de sus colaboradores perdieron la vida en julio de 1994.
Y aunque oficialmente perdió ante el priísta, Amado Avendaño fue impuesto como gobernador rebelde por parte de quienes reclamaban el triunfo, el movimiento de resistencia civil prozapatista que abarrotó la plaza central de Tuxtla Gutiérrez, donde tomó protesta como nuevo gobernador a la par que el mandatario constitucional tomaba protesta a escasos dos kilómetros en un teatro custodiado por cientos de policías y militares.
“Cuando el Gobierno Central se empecinó en darle el triunfo a quién no lo había obtenido en las elecciones, porque en las elecciones ganamos nosotros, no es porque yo Amado Avendaño Figueroa haya sido una figura política que la conociera todo el mundo, sino que le resultó contraproducente el atentado, porque Amado Avendaño no lo conocían, a raíz del accidente se hizo una explosión publicitaria extraordinaria y entonces el pueblo, por coraje, por lastima, por admiración, el día de las elecciones, que fue un mes después del accidente-atentado, todo el mundo fue y voto por mí”, diría Avendaño en 1998.
Para Avendaño ser gobernador rebelde “fue más simbólico que real”, pues su más cercanos colaboradores en el gabinete rebelde lo fueron dejando solo. Apuntó como uno a uno sus colaboradores rebeldes, incluyendo al exlíder social Rubicel Ruiz Gamboa, asesinado en 1998, fueron coptados por el gobierno.
Amado Avendaño era referencia obligada en el movimiento rebelde, conocerlo y tomarse la foto con él, una leyenda viviente, era lo que muchos hacían en el marco de cada “Zapatour” donde éste se apareciera.
Estimado y apreciado por el subcomandante Marcos, el pasado lunes 26 de abril, a las 5 de la tarde Avendaño Figueroa sufrió un derrame cerebral de inmediato fue trasladado al Hospital Colonial de esta Ciudad.
Los médicos lucharon con empeño para estabilizarlo y lograr del que carece esta ciudad, Avendaño Figueroa tuvo que ser trasladado a Comitán una hora después del percance, el día 27 aproximadamente a las 6 de la mañana, los médicos le diagnosticaron la muerte cerebral al luchador social.
Tras largas 72 horas de agonía, el jueves 29 de abril a las 18 horas, Amado Avendaño Figueroa dejó de respirar informaron los médicos a sus familiares, encabezados por la ahora viuda Concepción Villafuerte de Avendaño, quienes esperaban que “solo un milagro” podría salvarle la vida.
Le desconectaron el respirador artificial, pues los médicos argumentaron que después de 72 horas el cuerpo iba a empezar a presentar infecciones y complicaciones, y decidieron que lo mejor era optar por “lo más doloroso”, dijeron sus hijos.
La avalancha de solidaridad hacia su personas y su familia no se hicieron esperar. El teléfono de la familia y los correos electrónicos de La Foja Coleta, se saturaron para demostrarle el afecto hacia ese personaje histórico reciente.
Tan pronto como se dieron los hechos amigos y compañeros de lucha de Amado Avendaño como Marisa Kramsky, Mercedes Osuna, Emma Cosìo, Yolanda Castro y Ofelia Medina, se dieron a la tarea de recabar fondos para su atención médica, pero para el
En los últimos 10 años, Avendaño Figueroa sufrió las consecuencias del atentado en su contra que sufrió el 25 julio de 1994 cuando era candidato del PRD a la gubernatura de Chiapas.
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viernes, agosto 18, 2006

Adiós del EZLN a un hermano y compañero

México D.F. Lunes 3 de mayo de 2004

Comunicado del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. México.
Abril de 2004.
A los familiares y amigos de don Amado Avendaño Figueroa.
Al pueblo de México.
A los pueblos del mundo.
Hermanos y hermanas:

Con mucha pena nos hemos enterado del fallecimiento del señor don Amado Avendaño Figueroa, luchador social y periodista chiapaneco, es decir, mexicano.
Don Amado fue un oído atento y respetuoso para el dolor de los indígenas chiapanecos aun antes
del amanecer de la guerra contra el olvido. En compañía de doña Concepción Villafuerte, y de quienes con ellos dos hacían el periódico Tiempo, escuchó cuando la mayoría estaba sorda y miró cuando muchos estaban ciegos.
Fue por eso que, desde el inicio público de nuestro alzamiento, elegimos su periódico como medio para dar a conocer nuestra palabra. No porque él y quienes con él laboraban estuvieran de acuerdo con nosotros, sino porque estaban de acuerdo con decir la verdad. Tiempo después, don Amado se postuló para ser gobernador del estado de Chiapas. Despojado del triunfo por un fraude, se mantuvo en la rebeldía y durante su periodo elaboró una propuesta de nueva Constitución estatal para Chiapas, misma que obra en nuestro poder. Durante su mandato y después de él, siguió con respeto y atención el proceso de la lucha zapatista.
Con el fallecimiento de don Amado, México pierde un luchador consecuente, Chiapas uno de sus mejores hijos, los pueblos indios un hermano y los zapatistas un compañero.
Larga vida a don Amado.
Desde las montañas del sureste mexicano.
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, abril del 2004, 20 y 10.

‘‘Su muerte, puede ser que sí, puede ser que no’’

Ejército Zapatista de Liberación Nacional, México.
Abril de 2004.

A quien corresponda:

Pardeaba la tarde. O sea que como que ya se iba. La noticia, en la voz cavernosa del radio transmisor, sonó apenas como una rama rota en la casi noche de abril zapatista. Como si la interferencia se hubiera callado un instante, precisamente en el momento en que, desde el otro lado de la bocina, la voz decía: “don Amado ya murió ya”.
Así me dijeron, que don Amado ya murió ya. Puede ser.
Puede ser que don Amado ya haya muerto y que lo que escuché no haya sido una rama rota, justo cuando abril da ya la vuelta a la esquina del calendario para perderse hasta el año entrante, sino la noticia de su muerte. Pero si hubiera sido una rama rota lo que escuché, entonces yo podría pensar que puede ser que don Amado no haya muerto, y que él sólo haya dado vuelta en aquella esquina, y que ya no lo veremos ahora, pero que el año que entra volverá a aparecer.
Nosotros a don Amado primero lo conocimos y ya luego lo vimos.
Lo conocimos por su palabra. Estaba colgada en una de las hojas del tiempo, como si de una pared. Y nosotros, ocultos entonces porque nos mostrábamos, nos acercamos a esa pared temporal y tocamos su corazón, es decir, su palabra. Vimos que éramos vistos por esa palabra.
No lo que éramos entonces ni lo que somos luego, pero sí nuestra casa de dolor y pena, nuestro corazón.
Cuando nos mostramos ocultándonos, lo vimos. Era ya media mañana del primero de enero de 1994. Llegó con una bufanda, sus lentes, una especie de abrigo o chamarra (no me acuerdo bien) y una libretita. Hizo unas preguntas. Algo anotó. Yo le pregunté: “¿Don Amado?”. No me acuerdo qué me respondió. Casi no habló. Pero mucho miraba su mirada. No había en ella la sentencia de muerte que muchos nos prodigaron en esas primeras horas, tampoco la condena o la aprobación. Había en su mirada algo así como... como si tratara de entender. Las veces que lo encontré de nuevo, seguía con esa mirada. Tratar de entender es una forma de respetar. Sí, don Amado nos respetaba.
Y era correspondido. O es. Porque puede ser que haya muerto. Pero puede ser que no.
Después de eso, de la noticia o de la rama rota, la noche se alargó como pocas veces. Como si se estirara, pero no para desperezarse, sino para cubrir todos los rincones, incluso los que, dentro, nos habitan.
El otro día... no me acuerdo si ese otro día fue hace mucho o hace poco. El tiempo, quiero decir, el calendario, suele engañarnos. Pero les decía yo que el otro día, en uno de los poblados se desmantelaba una de las campas. Pronto sólo quedó un montón de palos, tablas y perros husmeando.
El viejo Antonio se acercó, con el martillo y el machete aún en las manos, contempló los restos y dijo: “Esta casita tenía ya sus años y ahora sólo queda su historia, la de ese tiempo resistiendo y luchando”. El viejo Antonio aceptó el encendedor que le ofrecí para encender su cigarrillo y continuó: “Así es de por sí cuando uno se muere, no queda nada, sólo la historia de lo que uno hizo y lo que dejó de hacer... el tiempo de cada uno”.
Si es que murió, don Amado nos dejó sin su casa y sólo nos quedó su historia. Pero don Amado tenía, o tiene, un problema que no todos padecen. El, en lugar de corazón tenía una casa, a veces disfrazada de periódicos en el tiempo, o de hoja de foja, o de rebelde gobierno o de contador de historias.
Y en su casa, es decir, en su corazón, don Amado le abrió, desde hace mucho, sus puertas y ventanas a quienes son del color de la tierra, y con ellos compartió el techo, la mirada, el oído y la palabra.
Me dicen que don Amado ya murió ya. Puede ser que sí. O puede ser que no, que no haya muerto. A saber.
Puede ser que su corazón, es decir, su casa, ya no tenga techo para nosotros, que ya no nos mire por la ventana, que ya no entremos por su puerta ni nos sentemos a su mesa mientras afuera la lluvia, el frío, el sol, las nubes. O puede que no, que no haya muerto, y que, después de aquella esquina, esté todavía su casa, es decir, su corazón, con la bulla que otros llaman “vida”.
Yo, la mera verdad, no sé si se murió o no, pero sí sé que su historia, su tiempo, está aquí, con nosotros, con los que entramos en su casa porque él nos abrió la puerta y lo hizo porque sí, porque le dio la gana. Porque hay corazones que son tan grandes que sólo laten cuando están con otros.
Así era don Amado... O así es... Yo, la mera verdad, no sé...La muerte... tal vez sí... tal vez no...
Por eso, esta madrugada sólo he tomado del suelo una rama rota y la he sembrado a un costado de mi campa. No porque piense que aún retoñará, sino porque es una señal para que don Amado sepa, cuando regrese de dar la vuelta por aquella esquina, que con nosotros tiene un corazón, que es como acá decimos “casa”.
Vale don Amado. Salud y bienvenido.
Desde las Montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, abril de 2004, 20 y 10.
PD. Como si no hubiéramos completado un abrazo, así nos quedamos. Como con un silencio pendiente... ¿lo escucha?...

El adios de Marcos

Ejército Zapatista de Liberación Nacional
México, 30 de abril de 2004
Doña Concepción Villafuerte:
San Cristóbal de Las Casas.
Chiapas.
México.
Doña Conchita:

Reciba usted y toda su familia nuestro abrazo que, aunque a la distancia, no por eso es menos cálido y hermano.
Le mando una carta y un comunicado.
Es una de esas cartas y uno de esos comunicados que nunca hubiéramos querido escribir.
Como casi siempre en nosotros, dirá más lo que callamos que lo hablamos.
Vale. Salud y un silencio que abrace.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, abril de 2004, 20 y 10.


jueves, agosto 17, 2006

Condolencias...

Carta de condolencias del Presidente Vicente Fox, con motivo del fallecimiento del periodista Amado Avendaño
Jueves, 29 de Abril de 2004

Señora
CONCEPCIÓN VILLAFUERTE BLANCO
P r e s e n t e
Estimada señora Villafuerte:
Con pesar me he enterado del deceso de su esposo Amado Avendaño Figueroa, destacado periodista chiapaneco.
Figura relevante en ese importante y querido estado de la República, don Amado luchó siempre por la democracia y la libertad de expresión.
Reciba usted y sus familiares, de parte mía y de mi esposa Marta, nuestro más sentido pésame y una muestra de solidaridad.
Atentamente,
VICENTE FOX QUESADA
Presidente de los EstadosUnidos Mexicanos

IN MEMORIAM..

De Susana Solís:

"Cuando tengas ganas de morirte, no alborotes tanto: muérete y ya"... Jaime Sabines.
Y ¡chingaos!, eso hizo Amado Avendaño y uno se pregunta ¡deberían morirse otros y tantos¡ pero nunca Amado, no Amado, quien ahora seguramente será objeto, porque no sujeto de homenajes y reconocimientos.

Yo lo conocí no mucho que tampoco es poco, pero un hombre íntegro, que lo conocí en su misma casa, con sus mismos muebles, con la misma fachada, con lo mismo, siempre con lo mismo y así murió, con lo mismo, con su misma boina, con su misma dignidad...quizás eso es lo que nos quede de recuerdo a todos; estos que " intentamos hacer periodismo"...la misma dignidad... Amado, así nos quisiéramos morir todos, así como tu y también con esto que todos sentimos....

"no quiero decir nada, porque no se, porque no puedo, porque no quiero decir nada. quiero hablar, barbotear, hacer ruido, como una olla, con su escándalo de agua"... Jaime Sabines.

miércoles, agosto 16, 2006

La vida en el tiempo de Amado Avendaño

Falleció el periodista chiapaneco, defensor de los derechos indígenas y gobernador en rebeldía

Hermann Bellinghausen
La Jornada


Gobernador en rebeldía contra todo pronóstico, siempre ha sido un personaje improbable, extraordinario y, como él mismo ha repetido, indestructible. ¿Por dónde empezar? Algunas fechas están habitadas para siempre por Amado Avendaño. Después de visitar la selva Lacandona la plana mayor del PRD, en mayo de 1994, el partido designa al ciudadano Avendaño su candidato a gobernador de Chiapas. En julio, priístas poderosos intentan asesinarlo. El 8 diciembre toma posesión como gobernador en rebeldía. El 14 febrero de 1995 renuncia el gobernador oficial impuesto Eduardo Robledo Rincón y llega Julio César Ruiz Ferro, quien hoy aún debe decenas de vidas indígenas. Ese 4 de marzo llega al Zócalo, encabezada por Amado, la marcha de la Asamblea Estatal Democrática del Pueblo Chiapaneco. Pero no, la historia empieza mucho antes.

Tiempo en voz de sus contemporáneos

El martes 6 de febrero de 1968 apareció en San Cristóbal de las Casas el primer número del semanario Tiempo, dirigido por Amado y Elmer Avendaño, quienes anuncian en su primer editorial: "En él encontrará el curioso lector la noticia, producto de averiguaciones e indagaciones previas, el comentario mesurado: el pulso de los acontecimientos. Y como sustrato que todo lo anima y da vida, el entusiasmo juvenil de sus dirigentes y el firme propósito de decir la verdad: el compromiso con la comunidad de ser su abanderado en sus justas peticiones y anhelos. Bienvenido sea, pues, al mundo de las letras, y que nuestro público, certero juez de lo bueno y constructivo, dé su veredicto totalmente aprobatorio al espíritu que norma y normará a este semanario''.

Han pasado 34 años, y ese entusiasmo devino escuela para periodistas de Chiapas, México y el mundo. Amado Avendaño, el decano de los periodistas locales, precursor en la defensa de derechos humanos e indígenas en los Altos de Chiapas, ha sido siempre, como él mismo reconoce, un hombre amado por quienes lo conocen, que somos tantos. "Abogado de profesión, periodista de oficio".

En 1998, Javier Molina recordaba en La Jornada el gran hito de Tiempo, su segunda fundación: "Otro martes, el 11 de enero de 1994, la publicación ya es un diario dirigido por Concepción Villafuerte, esposa de Avendaño. Ese día aparece una noticia nueva: Tiempo recibió un comunicado del EZLN para su publicación". Allí, el subcomandante Marcos escribió: "Los compañeros me han encargado que vea la forma en que se puede hacer público, creo que su periódico podría ser un medio para que este pronunciamiento se distribuya en otros lados. No pedimos que se esté de acuerdo con nosotros o nuestro camino, sólo que nos den la oportunidad en la prensa de decir nuestra palabra. Esperamos que a través de ustedes, de lo poco de periodismo honesto e imparcial que queda en Chiapas, se puede cumplir la demanda de difusión que hacen los compañeros del CCRI''.

Días atrás, el primero de enero de 1994, Tiempo había dado noticia al mundo del levantamiento indígena que cambiaría a México, y en especial la vida de Amado Avendaño Figueroa, el primer reportero que habló con los insurrectos en la plaza central de San Cristóbal de las Casas.

A partir de ese día, las oficinas de Tiempo, es decir la casa de Amado y su mujer Concepción Villafuerte, se convirtió en sala de redacción y difusión para los principales diarios de América y Europa. Dicho en corto, fue el primer servicio de fax para la recién encendida mecha zapatista.

En su modesto quehacer cotidiano, en su aprendizaje de los indígenas dignos, la familia Avendaño Villafuerte (incluyendo a sus hijas Amalia, Elia y Concepción, su hijo Amado y su yerno Elio Henríquez) estaba preparada para lo que vino. Y que casi le cuesta vida a don Amado. Su historia ya está en la historia.

"La historia del periódico Tiempo -ha dicho Juan Balboa- es el tiempo de la historia del periodismo chiapaneco contemporáneo. Es imposible separarlo, parece que nacieron juntos. Las páginas hechas en un principio letra por letra y, después, en ese rompecabezas que era la prensa plana, fueron dibujando un periodismo abierto, crítico y, sobre todo, invadido por los pobres entre los pobres que fueron, y siguen marginados de la prensa".

Al treinta aniversario de Tiempo, Jaime Avilés diría: ''sigue siendo, heroicamente, el primer periódico de los pueblos indios de Chiapas, y este título que nadie le escatimaría sin insultarse a sí mismo es su mayor pendón de gloria''. El historiador Andrés Aubry ha recordado: ''Tiempo publicaba lo que pasaba en la calle, era la noticia caliente, por lo tanto callada por el resto de la prensa. Todos los números de este periódico son documentos históricos, tiene incluso fotos que son en sí noticia''.

Para Jesús Ramírez Cuevas, "esas hermosas páginas forman ya parte de la historia''. Guimar Rovira, autora de 'Las mujeres de maíz' y una entre los muchos "hijos" periodísticos que acogieron los Avendaño, reconoció que Tiempo "ha sido una escuela de periodismo, de dignidad, de amor, de entrega. Allí he encontrado computadora, un plato en la mesa, un abrazo cuando lo necesitaba". El estadunidense John Ross lo llamó "cruzado periodista".

La muerte no pudo

En septiembre de 2000, el periodista José Reveles documentó la existencia de un complot para asesinar en 1994 al indestructible Amado Avendaño. Concepción Villafuerte reveló que entre los complotistas se contaban Eduardo Robledo Rincón y Jorge Enrique Hernández Aguilar, además del autor intelectual del operativo criminal, Germán Jiménez Gómez.

Reveles dio a conocer que Jiménez ya había ensayado asesinar a Amado Avendaño el 16 de julio de 1994. Finalmente, la madrugada del 25 de julio, un tráiler Kenworth, conducido por Luciano Tress Virgen, embistió la camioneta en que Avendaño y sus colaboradores se dirigían a Tuxtla Gutiérrez para participar en un desayuno con los demás candidatos a la gubernatura para los comicios de aquel año. En el "accidente" perdieron la vida Jorge Ernesto Fonseca García, Agustín Rubio Montoya y Rigoberto Mauricio Villafuerte. Avendaño sobrevivió, pero en condiciones de salud tales que le impidieron proseguir personalmente con su campaña. Durante meses perdió el habla, y quedó con daños visuales permanentes.

Los responsables, cobijados por el aparato gubernamental, no sólo siguieron impunes, sino que han recibido "premios". En testimonios escritos para sus hijos por doña Conchita, ésta señala que Hernández Aguilar recibió como "pago" la titularidad de la Procuraduría General de Justicia del estado, antes de pasar a la Coordinación de Seguridad Pública, cargo que ocupaba durante la matanza de Acteal. Don Amado relató a su vez en 2000 que, al enterarse del complot, sufrió tal contrariedad que se enfermó. No podía creer que atentara contra él su antiguo discípulo y protegido.

En una larga misiva de Villafuerte a Hernández Aguilar se lee: "Si tan grande era el compromiso que tenías con Eduardo Robledo Rincón, ¿por qué no lo planearon mejor y mataron sólo al candidato? ¿Por qué tenían que matar a inocentes, a jóvenes que apenas comenzaban a vivir?... Nosotros tenemos la obligación de contarles a nuestros muertos que sus asesinos están vivos y gozan de cabal salud, que se siguen reproduciendo y causando más crímenes". Y le dice: ''Tú estás ahora del lado de los corruptos, de los represores, de los criminales", y recapitula su trayectoria ligada a la creación de grupos paramilitares. Después de desearle que viva muchos años, "tantos como sean necesarios para que veas los frutos de tus obras", le recuerda su participación en la masacre de Acteal.

Avendaño diría a una delegación de observadores internacionales: "A raíz del accidente se hizo una explosión publicitaria extraordinaria y entonces el pueblo, por coraje, por lastima, por admiración, el día de las elecciones un mes después del accidente-atentado, fue y voto por mí. A la hora en que Ernesto Zedillo viene a darle el mando a Robledo, el pueblo de Chiapas se convoca en la capital del estado, Tuxtla Gutiérrez, y me dice te vamos a dar el Bastón de mando porque tú triunfaste. Los zapatistas me reconocen como su gobernador y nos instauramos como gobierno de transición en rebeldía. El problema es que no tenemos recursos, el pueblo es pobre. Aporta para los gastos, pero llegó un momento en que no podemos sostenernos. Mis colaboradores, fueron poco a poco eliminados (plomo o plata)".

Y recuerda que en sus tiempos heroicos, "otro que me ayudaba fue Samuel Ruiz García. Había veces que había que pagar multas o fianzas y entonces cuando yo no tenía iba con el obispo. De esta manera sacamos a gente de la cárcel, y cuando nos fallaba la presión jurídica, por el hecho de que son indígenas y no tienen recursos, hacíamos la denuncia pública, de tal modo que el periódico se convirtió en un vocero de los indígenas. Me habían ubicado como una especie de su colaborador o de su ayudante".

En diciembre de 1994, el EZLN invitó a Amado Avendaño a encabezar el gobierno popular en rebeldía en el estado de Chiapas, y simultáneamente declaró territorios en rebeldía a los ocupados por población civil "que apoya a nuestra justa causa". El llamado del EZLN fue acompañado con la ofensiva Paz con Dignidad para los Pueblos Indios de Chiapas mediante la cual creó los municipios autónomos.

Al amanecer enero de 1994, el Tiempo de San Cristóbal sintonizó al mundo entero en un sólo tiempo. Era un fenómeno al que el otro fenómeno, la sublevación indígena, dio curso y proyección universal. En aquellos días de sorpresa y confusión, de caos y peligros, conforme los testigos se fueron acercando, encontraron un asidero en el Tiempo. La noticia parecía fuera de proporción y los elementos para comprenderla estaban en Tiempo. Los primeros faxes al mundo, los primeros cables, salieron de una sencilla casa en el barrio de San Diego, apenas distinta de las casas que la rodean: el hogar-taller de los Avendaño Villafuerte. Diversas crisis alcanzaron a Tiempo y lo retiraron de la circulación, pero rencarnó en el semanario Tiempo y finalmente en la Foja Coleta.

El ocho de diciembre de 2000, el EZLN difundió un saludo: "Termina su período de seis años al frente del ejecutivo del estado de Chiapas, el Gobernador en Rebeldía, don Amado Avendaño Figueroa. Durante su mandato sufrió persecuciones, calumnias y, siendo candidato, un atentado en contra de su vida. Sin embargo, se mantuvo firme y, a pesar de amenazas y chantajes, continuó su labor sin aspavientos.

"Entre sus logros están la difusión de las demandas indígenas en todo el mundo, su oposición a la militarización y paramilitarización de las comunidades, su repudio a la estrategia de simulación del gobierno zedillista, y su apego a una ética política de la que muchos podrían aprender bastante.''

En eso estamos todavía.

Sufre derrame cerebral don Amado

La mañana de un lunes de abril del 2004 que don Amado tuvo un derrame cerebral, esta fue la nota de los primeros datos que pudimos recopilar.

ISAÍN MANDUJANO
26 de abril del 2004
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis.- El exgobernador rebelde zapatista Amado Avendaño Figueroa ha sufrido un derrame cerebral que lo mantiene en estado de coma en el hospital regional de esta ciudad.

Sus familiares dijeron que los médicos, neurólogos, les han informado que la situación es “grave y delicada”, pues ha sufrido un derrame cerebral, y aunque no se tiene confirmado, se dijo que en los últimos 10 años sufrió las consecuencias del atentado automovilístico en su contra que sufrió en julio de 1994 cuando era candidato del PRD a la gubernatura de Chiapas, con el respaldo del EZLN.
El abogado y periodista fundador en 1968 del periódico Tiempo, que terminó siendo el órgano de difusión de los comunicados del EZLN, fue alcalde de esta ciudad en 1974 cuando a su vez era el gobernador de Chiapas, el médico Manuel Velasco Suárez, experto en neurología en el Latinoamérica.
Tras al alzamiento armado del EZLN su casa fue convertida en una sala de prensa por cientos de periodistas de diferentes partes del mundo que arribaron a Chiapas; ahí llegaban y se difundían al mundo enteros los comunicado del subcomandante Marcos.

Con el aval EZLN Avendaño Figueroa fue candidato del PRD al gobierno de Chiapas ante el priísta Eduardo Robledo Rincón, ex embajador de México en Argentina, ante quien perdió pero la resistencia civil impuso un gobierno paralelo llamado “en transición y en rebeldía” en diciembre de 1994.
Hoy Amado Avendaño convalece en el hospital donde sus familiares ya le lloran pues las noticias médicas no son nada alentadoras. Amigos, familiares y periodistas se han solidarizado ya con la familia del abogado y periodista que hasta estos días editaba La Foja Coleta, una modesta publicación de tres mil ejemplares vendido diariamente, que le siguió tras la desaparición de Tiempo.
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martes, agosto 15, 2006

"...a usted don Amado, lo conocemos todos".

Raúl, era uno de los muchos aprendices de periodistas que alguna vez le caímos como marabunta en busca de conocimientos en casa de don Amado Avendaño. Esto escribe de lo que recuerda de esa larga charla.

En 1998, hace casi diez años, éramos pocos, jóvenes y entusiastas, habíamos estado como estudiantes durmiendo con el frió en las vallas que convocara el EZLN en un Congreso Estatal Estudiantil luego de aquel 1 de enero.

Habíamos permanecido en las calles marchando en nuestro papel de rebeldes con causa, como estudiantes de comunicación y aprendices de periodistas (como si en este oficio se acabara de aprender algún día), también estuvimos ahí, fuimos a el “Tiempo”, nos sentamos a platicar con don Amado.

A fuerza de la memoria, les ofrezco algunos trozos contaminados de aquella charla, algún día tuve la intención de transcribir las casi dos horas de conversación que grabé en un mini-cassette que ya no existe, nunca pude, sólo a caso, rescatar trozos vagos de aquella mañana.

Le preguntamos, (ilusos en fin) Cómo habían llegado los primeros comunicados del EZLN a las oficinas del El Tiempo.

Me acuerdo de su respuesta.

-¿Cómo? Aparecían en nuestro buzón, tocaban y tiraban el comunicado debajo de la puerta.

Iluso pregunté:

¿Y nunca le dio duda de saber quien lo traía? ¿No le daban ganas de abrir la puerta y descubrir quien trajo el comunicado?

Sonrió y me dijo.

No, pero pudo ser el de las flores, mi vecino, o el que vende pan en la esquina, alguien que pasó caminando, estamos rodeados de ellos, nosotros somos los extraños acá.

Otra anécdota de aquella plática.

Nos dijo palabras menos.

“Cuando el 1 de enero de 1994 me acerqué a aquel encapuchado que parecía tener don de mando (se refería a Marcos), le pregunté quién era, cuál era su nombre, el me dijo, usted no me conoce pero yo sí lo conozco a usted don Amado, lo conocemos todos.

Fue la primera vez en la que sentí que de verdad a alguien le importaba lo que escribíamos Conchita y yo en El Tiempo.”

Don Amado nos contó anécdotas que a él le parecieron valiosas para recordar, una de ellas fue su amistad con el fotógrafo Antonio Turok, sobre él nos dijo que la tarde del 1 de octubre dos años antes del 94, a él se le vino como un presentimiento que los indios que tomaron Ciudad Real ese significativo día (de la raza) derribarían también la estatua del conquistador Diego de Mazariegos. Corriendo fue a la casa del fotógrafo Turok y le dijo que venían a miles con taparrabos y flechas y que probablemente tirarían la estatua del español.

Así fue, quién sabe si presentimiento o no, pero la foto que tomara Turok existe como testigo de las palabras de don Amado.

Claro que a la memoria de Don Amado nos unen más que anécdotas, siempre que visitábamos por trabajo o camino la gélida Ciudad Real nos enfilábamos a el Tiempo, para saludar a Don Amado o para sonsacar a nuestro amigo Carlos Herrera que desde entonces ya era adoptivo de la casa de los Avendaño.

Una de las últimas veces que convivimos como periodistas fue en una reunión que el compañero Víctor Cruz Roque tuvo la certeza de organizar con no sé que pretexto, el caso que esa noche se juntaron en esa reunión dos leyendas como lo fue Don Amado y el Gato Villareal.

De esa noche el Chaíno conserva una foto en la que no recuerdo si salgo yo pero sí estuve.

Quizá haya más datos que recordar de estos dos grandes señores, algunos otros que también estuvieron pueden regalarnos sus versiones.

Que se siga recordando a estos hombres.

Que bueno.

Raúl Ríos (9 de Agosto de 2006)

domingo, agosto 13, 2006

Amado Avendaño y su Tiempo

4 de mayo del 2004
Chiapas
Proceso

Cuando estalló el movimiento armado en Chiapas, el uno de enero de 1994, Amado Avendaño, al frente del modesto pero influyente periódico regional Tiempo, jugó un papel clave para que la noticia fuera difundida al mundo.

El 17 de enero de aquel año, Proceso publicó en su edición 890, el texto "México y el mundo se informaron de la sublevación por el modesto diario Tiempo".

Fechado en San Cristóbal de las Casas y firmado por Salvador Corro, Julio César López y Rodrigo Vera, el reportaje reconstruyó los primeros minutos de la irrupción violenta del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).


A continuación reproducimos el texto íntegro:Concepción Villafuerte Blanco y Amado Avendaño Figueroa, editores del modesto diario Tiempo, cuyas oficinas son lugar obligado para los periodistas en busca de información independiente, relatan las primeras horas que vivieron con la población cuando el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) tomó el palacio municipal y cómo difundieron la noticia en México y otros países.
Alrededor de la una de la mañana del 1º de enero, Mercedes Osuna, amiga de la familia, tocó la puerta de Tiempo:
- Licenciado, están entrando unos hombres armados por el barrio de San Ramón. Los vi porque fuimos a dejar a una familia. Pero no nos dejaron pasar -le dijo a Amado Avendaño, cuya familia se disponía a dormir-.
"San Ramón está en la salida a San Juan Chamula. Ahí se reunieron los guerrilleros antes de entrar a San Cristóbal. Pero no le creí. Pensé que después de la cena de Año Nuevo se les habían pasado las emociones a los muchachos y por eso estaban dándome esa noticia", cuenta Amado Avendaño.
Sin embargo, telefoneó a la XXXI Zona Militar y le comentó al general Gastón Menchaca lo que le habían contado. Menchaca se limitó a darle las gracias.
Nunca supo Amado si el general ya sabía lo que estaba pasando.Después llegó el fotógrafo Antonio Turok y le dijo:
- Amado, los indígenas, armados, están rompiendo las puertas del palacio municipal. Yo los vi ahorita.
Minutos después le telefoneó una persona de Las Margaritas y le informó que ahí pasaba lo mismo y que había visto morir a tres personas. La llamada se cortó. Después, Amado volvió a telefonear a Menchaca para darle la noticia.
- Ya estoy informado señor. Le agradezco mucho, le contestó el general.
Para entonces, el teléfono estaba saturado por las llamadas de personas de varios barrios de San Cristóbal. Ahora el periodista se comunicó con el obispo Samuel Ruiz. En ese momento, el obispo estaba reunido ya con los padres dominicos, para analizar lo que sucedía.Amado se dirigió poco después al palacio municipal y vio gente armada.
Regresó a las oficinas de Tiempo, donde uno de sus reporteros ya tenía en su poder el manifiesto de los zapatistas. Conchita, a su vez, comenzó a llamar a las redacciones de los periódicos de la Ciudad de México. Como nadie le contestaba, por fax envió la noticia: "La plaza principal de San Cristóbal de las Casas fue tomada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional". Y también transmitió el manifiesto.
Pronto amaneció. La gente estaba en la calle y no salía de su asombro. No entendía lo que estaba pasando. La ciudad había sido cerrada.Conchita y Amado recuerdan que alrededor de las once de la mañana se dirigieron al palacio municipal. En un principio no pudieron pasar porque indígenas armados les impidieron el paso. Los periodistas les preguntaron qué querían y qué era lo que pasaba.
Los llevaron ante el subcomandante Marcos. A su vez, los llevó con otros indígenas que, les dijo, eran sus superiores, dos bastante viejos y uno relativamente joven. Hablaron del movimiento, les dijeron que trataban de reivindicar a los indígenas, que habían pasado muchos años de sufrimiento, que habían hecho muchas gestiones, principalmente de tierras, en la Secretaría de la Reforma Agraria, sin resultados.
Muchos de sus compañeros, les comentaron, estaban encarcelados y los traductores que están en las oficinas de las agencias del Ministerio Público no dicen la verdad, por lo que no tenían quién los defendiera.
La conversación entre los jefes indígenas y los periodistas que se habían sumado a Amado y Conchita, fue en un español salpicado con palabras en tzotzil.
Por la tarde, desde el teléfono y fax de Tiempo, salieron llamadas y mensajes hacia varias partes del mundo. Amado revisó su tarjetero y su relación de teléfonos de los periodistas que durante los últimos años habían pasado por su redacción.
También en la mañana del sábado comenzaron a recibir llamadas de los diarios nacionales. Les informaron lo que estaba pasando. Hasta el gobernador, Elmar Setzer, se comunicó con Conchita y le reclamó que estuviera pasando información sobre la toma de la plaza por "guerrilleros guatemaltecos".
"No señor, yo no estoy diciendo que sean guerrilleros guatemaltecos, estoy diciendo que son guerrilleros mexicanos y le voy a pasar el texto de la nota que hice, para que tenga un antecedente, y el texto que distribuyeron los guerrilleros", le contestó.
A partir del domingo comenzaron a llegar muchos periodistas y, al tercer día, las oficinas de Tiempo se habían convertido en una romería. Al teléfono 8_07_38 entraron llamadas de la BBC de Londres, de una radio de Portugal, de la CNN, de Helsinki, de Japón.
El Mono de Papel De pronto la casa_oficina se vio invadida por más de 50 periodistas que se turnaban el único teléfono, el fax, la máquina de escribir y dos computadoras. Se volvió el centro de información. Después, empezaron a aparecer los boletines oficiales.
El periódico es una empresa familiar: Amado hace los editoriales y es corrector y redactor. Cuando tiene que salir a litigar, lo suple Conchita, además de encargarse de la parte administrativa. Amalia, su hija, es la responsable del taller y de la distribución. Todos los amigos, corresponsales de varios periódicos nacionales, lo alimentan de información.
Dan prioridad a las noticias locales. Cuenta con diez niños voceadores, en su mayoría indígenas, que estudian en la tarde y ganan una comisión por cada periódico que venden. Normalmente edita 600 ejemplares diarios. Con eso se mantiene.Desde que estalló el conflicto la gente hace colas para comprar Tiempo. En el principal puesto de distribución, El Mono de Papel, se vendían diez ejemplares; ahora venden más de 150.

sábado, agosto 12, 2006

20 AÑOS ATRAS, EL PARTEAGUAS AL QUE TENEMOS QUE REFERIRNOS SIEMPRE

-La colección de Tiempo, es una de las fuentes más consultadas
Andrés Aubry
Responsable del Archivo Histórico Diocesano de San Cristóbal de Las Casas
Algunos conceptos de lo que me evoca Tiempo.

Voy a tratar de explicar un poco desde mi ventana de científico social lo que significa Tiempo. Una cosa que me llama la atención es que, en nuestras oficinas, una de las cosas más consultadas es nuestra colección de Tiempo. No lo tenemos desde el principio, lo tenemos desde casi 20 años y ahora que estamos en período de vacas flacas, que los investigadores que vienen no pueden estar de tiempo completo; siempre tienen un bache que cubrir y la primera cosa que hacen para iniciarse a Chiapas, es tomar los Tiempos entre su ultima estancia y el momento que llegan.

Tiempo tiene algo original. No estoy desde hace 30 años, pero tengo un buen tramo, hace 25. Es decir, que empecé cuando las calles de San cristóbal empezaban a secarse de la inundación y que don Amado era presidente municipal. Es un período, es un largo proceso. El año siguiente era 1974 que es el año del Primer Congreso Indígena Fray Bartolomé de Las Casas. Yo creo que de 74 a 94 hay 20 años claves que se inicia un proceso que está fructificando y que otros tratan de contaminar, pero que sigue su camino de tal forma que estamos en un parteaguas que tenemos siempre que referirnos a esos 20 años anteriores.
Ricardo Rocha da su noticiero; dice él "Detrás de la Noticia". Lo que me llamó la atención en Tiempo cuando llegué, era que Tiempo se metía no tanto detrás de la noticia, como que daba el otro lado de la noticia. Antes de reflejar la noticia desde donde se genera, había en Tiempo dos rúbricas, una que era el ancestro de la Apologética Breve que era Ana Lisis (Ana era el nombre y Lisis el apellido), pero ya empezaba la malicia lascasiana de la Apologética Breve, título muy Fray Bartolomé, que precisamente da los aspectos que por lo general se tratan de esconder, cómo se destruyen las Indias de Chiapas.
Lo que a mí me pareció significativo fue progresivamente eso, principalmente después del Congreso de 74 y más todavía en los años ochenta.
A partir de 82, que para nosotros es el principio de la década perdida; pero también es una efervescencia de organizaciones campesinas. La mayoría de las que existen ahora nacieron de las que emergieron en los años ochentas. Entonces, lo significativo de Tiempo, era que, quien generaba la noticia era el periodista de Tiempo.
Que Tiempo muchas veces era solamente el editor de una noticia en bruto, no elaborada; pero que era el elemento decisivo de la noticia, que eran los campesinos, eran los reprimidos del campo; eran por ejemplo, después de la instalación del ejército, las mujeres violadas. Eran las víctimas de esa organización tan genuina del mercado de San Cristóbal. No eran periodistas profesionales y eso era precisamente lo interesante, que Tiempo daba publicidad a lo que pasaba en la calle, en vez de hacer de loro, el repetidor de una nota que salía de las oficinas de comunicación social, que era la noticia caliente, por lo general callada por el resto de la prensa.
Había, hay todavía un clima muy sorprendente en Tiempo en el sentido de que no siempre hay una distinción muy clara entre el que escribe el Tiempo, el que lo lee y el que lo difunde.
Yo recuerdo un aniversario anterior que creo eran los 25 años de Tiempo y ahí estaban los lectores, productores, los niños que vendían Tiempo, estaban jugando entre las patas de las mesas. Un ambiente de fiesta fraterno, impresionante.
Hay un comunicado del Subcomandante Insurgente Marcos que saluda lo que ha sido Tiempo para esa gente que no tenía ni medios de expresión ni dónde informarse.
Eso es algo novedoso, todavía ahora los últimos números desde hace unos meses; los números de
Tiempo son documentos históricos, no solamente porque tenemos el facsímil del mero comunicado de Marcos con su firma, hasta fotografías que son en sí noticias y que no se encuentran en otras partes.

Todo esto yo creo que hace que Tiempo sea relevante para sus lectores, para la sociedad, al principio coleta y chiapaneca ,y ahora para la sociedad nacional, como lo recalcaron premios nacionales e internacionales.
Hubo momentos que a mí me impresionaron; por ejemplo, una noche, que era el 9 de enero de 1994, estábamos al principio del levantamiento armado del EZLN y, de repente llega el primer comunicado del Subcomandante Marcos. Era el 9, el comunicado había salido, -según la tradición de Tiempo de que las cosas salen de donde se genera la noticia-, había salido de San Andrés, gastó tres días de clandestinidad para llegar a las oficinas de Tiempo y que, Tiempo tenía la responsabilidad de difundir este comunicado al resto de la prensa. Es un comunicado clave porque es el primero; ahí se presenta el EZLN explicando lo que ha sido esos 10 años de lenta acumulación de fuerzas en silencio; las que habían roto el silencio, que habían revelado lo revelable de esa acumulación de fuerza precisamente eran las páginas de Tiempo.

En ese mismo comunicado explica cómo llegaron a las armas después de agotar todos los medios pacíficos, legales, políticos, y que hubo que hacer un paréntesis para hacerse escuchar. Ese comunicado del 6 (de enero) es fundamental.

A partir de ahí, Tiempo tuvo que difundir a la prensa nacional e internacional este comunicado; salió del fax de Tiempo y de ahí se catapultó, se bombardeó a NBC, a la BBC, al mundo entero. Los días siguientes eran impresionantes, porque todo mundo miró para acá, por supuesto. Los periódicos, las cadenas de televisiones, que operaban en edificios de 12 pisos, en capitales del primer mundo, se estaban acomodando en las oficinas de Tiempo que de ahí salía la noticia. Ahí hicieron camino.

Hay momentos muy importantes. La colección de Tiempo por los años ochenta y cuatro y ochenta y cinco, sobre el mercado de San Cristóbal que es una fuente fundamental para la condición de los vendedores, los introductores, de la corrupción, del dinero de los regidores, de las calles compartidas en pedacitos de venta, vendidos por metro cuadrado, un medio metro cuadrado. Hay una documentación excepcional de un fenómeno económico relevante, vergonzoso que todavía dura.

Que más puedo decir, un abrazo y ya.

N.R. Nuestro agradecimiento a don Andrés Aubry y a Angélica Inda, directora del Archivo Histórico Diocesano, por guardar a Tiempo entre los millones de documentos del acervo histórico del Archivo bajo su custodia; lugar donde Tiempo estará a salvo y continuará su labor informativa por el tiempo que dure la historia en ese importante sitio.

Don Andrés y Angélica nos acompañaron en el evento La comunicación y los Medios de Información con el que celebramos los 30 años del periódico Tiempo; para que nos dieran su opinión sobre Tiempo y la historia, en que ellos son expertos.

viernes, agosto 11, 2006

1968 - 1998 : EL TIEMPO DE SAN CRISTOBAL

Hermann Bellinghausen

Al amanecer 1994, el Tiempo de San Cristóbal sintonizó al mundo entero en un sólo tiempo. Era un fenómeno al que el otro fenómeno, la sublevación indígena, dio curso y proyección universal. En aquellos días de sorpresa y confusión, de caos y peligros, conforme los testigos se fueron acercando, encontraron un asidero en el Tiempo, que sencillamente abrió sus puertas con una generosidad duradera.

La noticia parecía fuera de proporción y los primeros elementos para comprenderla estaban en el Tiempo. Los primeros faxes al mundo, todavía lejos de la "guerra de Internet" que desvelaría a los gerentes gubernamentales del neoliberalismo, los primeros azoros, los primeros cables, salieron de una sencilla casa en el barrio de San Diego, apenas distinta de las casas que la rodean: el hogar-taller de los Avendaño Villafuerte.

No era un Tiempo nuevo, llevaba 26 años de informar y orientar. Una modesta empresa familiar que había resistido la estrechez económica y los sucesivos embates de la corrupción y el control de los medios en el estado de Chiapas.
Hubo tiempos que la capital del estado tenía más diarios que ninguna capital del país, y quizás del mundo. En tiempos del gobernador Patrocinio González Garrido, decenas de presuntos diarios inexistían a la vista de todos; de la mayoría sólo aparecían unos cuantos ejemplares, para justificar los pagos.

Siempre hubo excepciones, pero ninguna tan dilatada y entrañable como este Tiempo, el de Amado y Conchita, que para colmo sigue existiendo.

Ahora que hasta los últimos rescoldos del 68 mexicano se han apagado y las mejores mentes de aquella generación se perdieron en el presupuesto y la seducción del poder, embaucados o embarcados por el gobierno, también sesentaiochero, de Carlos Salinas y Compañía.
Ahora mismo, vemos en el Tiempo de San Cristóbal que no todas las brasas se extinguieron. Hay por lo menos una que, lejos del centro, provinciana y artesanal, sigue prendida e incluso brilla más que entonces, en el centro de los acontecimientos.

La escuela del Tiempo sigue viva. Educó lectores a ver la verdadera realidad de los indígenas de Chiapas. En su espacio se formaron muchos periodistas chiapanecos, empezando por los propios hijos del matrimonio del Tiempo.
Aunque muchos no lo saben todavía, antes de la Sublevación Zapatista ya existían las luchas de resistencia contra la inverosímil desigualdad a que se somete en Chiapas a los pueblos indígenas. Y en el Tiempo se educaron también las vocaciones de muchos defensores de los derechos humanos que hoy honran a la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, y la ponen en la vanguardia de esa noble labor, tan especialmente odiada por el poder.

En un medio como el sancristobalense, donde la cultura política dominante era casi colonial todavía en la década de los setenta, los espacios ciudadanos se formaron, contra viento y marea, con frecuencia en torno a la iglesia católica. Una iglesia que, a diferencia de lo que sucedía en casi todo el país, abrigaba una vocación igualitaria, progresista y digna. Su compromiso era, ya entonces, con los pobres.

El ambiente era hostil, pero la sociedad civil también resistía, se involucraba con las realidades sociales del Chiapas indio, se preparaba para la gran lección que, pasado el tiempo, impartirían los chiapanecos al mundo.

Cuando los zapatistas dirigieron su interlocución hacia el Tiempo, simplemente hacían lo que, durante años, habían hecho las organizaciones indígenas y campesinas independientes de la región, y muchos indígenas individuales en problemas.
Todos los movimientos locales sabían que contaban con el Tiempo: los perseguidos en Carranza, los expulsados de Chamula y Chenalhó, los colonizadores tzeltales de la Selva Lacandona, las marchas de choleros en Palenque y Tila, la resistencia en Simojovel y Chilón, etc.

La triste tradición de presos políticos chiapanecos, de torturados y asesinados indígenas, siempre encontró un dique en el Tiempo, recipiente de la tradición feliz y digna de la denuncia y la resistencia.

Ese no dejarse que ha sido la gran lección de los mayas chiapanecos, en el Tiempo ha tenido siempre un aliado y un espejo: el periódico que no se deja.

Por esas sincronías extremas de la historia, la convergencia del alzamiento zapatista con tantos movimientos sociales y personas de México y otros países encontró en el Tiempo uno de sus nudos primordiales, y pocos meses después, el discreto impulsor del Tiempo de San Cristóbal, Amado Avendaño, abogado de profesión y periodista de oficio, resultó el primer gobernador en rebeldía del México moderno (y hasta ahora, todavía el único). Eso le pasó por estar en el lugar preciso, en el momento preciso, y haberse comportado a la altura de las circunstancias.

No todo fue miel sobre hojuelas. Ese gobierno fue combatido, golpeado, y sufrió un desgaste al paso del tiempo. Quedó como experiencia fundacional, algo más que un símbolo de que sí se puede. La persona de Amado Avendaño fue un receptor eléctrico de aquella energía, y casi perece en el intento.

Pero cuántas veces lo pequeño y frágil resiste mejor que las cosas grandes y poderosas.

Las crisis alcanzaron al Tiempo y lo retiraron de la circulación un tiempo. Pero con gente como ésta, nada hay que los abata. En una reecarnación más de los afanes de Concepción Villafuerte, su directora, el semanario Tiempo confirma que todavía tenemos Tiempo para rato.

Los corresponsales más destacados de las agencias internacionales y los diarios principales de Europa, Norte y Sudamérica, lo mismo que alternativos y amateurs, encontraron desde 1994 las puertas abiertas del Tiempo, y todos aquellos corresponsales de guerra, entrevistadores de primer nivel, reporteros estrella que creían sáberselas todas, encontraron en la casa Avendaño-Villafuerte que todavía les faltaban cosas por aprender.
El compromiso con la verdad no se opone al compromiso social. El rigor no impide la pasión. La independencia debe usarse. El Tiempo de San Cristóbal, y la experiencia política y social que lo rodea, expresan con nitidez un tipo de periodismo que se esfuerza en ser objetivo, pero se atreve a ser parcial (como todos, sólo que sin subterfugios), se inclina por la justicia y por los que necesitan espacios para hacer escuchar su verdad.

El periodismo como servicio y como resistencia. Como lucha. Como escuela. Como regalo de humanidad. Por eso no tenemos más remedio que dar las gracias a Conchita y Amado, por resistir los embates del tiempo sin soltar el timón de su Tiempo ejemplar.

SABIA VIRTUD

José Reveles

Me siento sumamente halagado por la invitación que me hizo esta familia de obstinados de la palabra, de tercos irredentos en darle voz a los sin voz... para participar en una celebración cómplice (¿es que hay de otras?)... en este festejo de cuates, de compañeros en las buenas y en las malas, algunos testigos de las luchas de entonces, las de hace tres décadas, y otros incorporados al quehacer informativo hace menos años, pero con una intensidad, un hambre de verdad y un compromiso que alumbra y deslumbra.

Primero quiero pedir un acto de fe...((Bueno, lo cierto es que cada texto que pergeñamos, cada rollo radiofónico que expulsamos de nuestro ronco pecho, cada exhibición televisiva que arriesgamos quiere convocar esa fe, esa credibilidad extraviada))...
Pero como es un festejo cómplice y entre gitanos no nos leemos la mano ni entre periodistas nos dedicamos a comulgar con ruedas de molino, debo confesar que pensaba iniciar esta conversación exhibiendo un ejemplar insólito, o al menos eso me parecía hace un par de semanas: El Diario de México -aunque lo duden, todavía circula por allí este mamotreto que seguramente todavía le sirve a Federico Bracamontes para extorsionar o para engañar a funcionarios de gobierno y sacarles dinero- en su primera plana publicó a ocho columnas que el Parlamento Europeo aplaudía a México por su voluntad política y por los avances en sus investigaciones sobre la matanza de Acteal...
Mientras, el resto de la prensa destacaba precisamente la crítica implacable y el reclamo de los europeos al gobierno mexicano por la lentitud y poca profundidad en sus pesquisas.
Lo primero que me vino a la mente fue que estábamos igual que en 1968: una prensa que es capaz de decir exactamente lo contrario a la verdad...
Era como ver los encabezados del 3 de octubre de 1968, tras la masacre de Tlatelolco: el ejército -según todos los diarios, excepto aquel EXCELSIOR que recién comenzaba a dirigir Julio Scherer García- tuvo que responder, tuvo que reprimir una provocación de grupos armados; era la única forma de cortar de tajo la conjura...
Un cambio, que para muchos ahora parecería sólo de matiz, hace pasar ese encabezado a la historia: los militares tuvieron qué responder a una multitud agresiva, según todos los medios perfectamente controlados por el gobierno... bastó decir que el ejército reprimió al mitin estudiantil... (anécdota de EL DIA, con Rodolfo Rojas Zea, el periódico que solían leer los estudiantes...)

El acto de fe que yo les solicitaba tiene qué ver con que se me extravió el ejemplar de El Diario de México que iba a exhibir como prueba de que algunas publicaciones no han cambiado nada en 30 años...

Pero la verdad es que esta preocupación resulta innecesaria... Muy pronto la realidad nos colocó nítidamente ante los ojos que los coletazos del autoritarismo y de las mentiras pública y cínicamente sostenidas siguen siendo parte de nuestra cotidianidad...

Luis Echeverría Alvarez protagonizó un acto de obscenidad política en el que tuvo de comparsas a diputados federales que parece que ya perdieron la oportunidad de dignificar al poder legislativo...
Siete meses después de la borrachera de julio de 1997, ¿quién se acuerda ahora del bloque opositor, del Grupo de los 4, que según toda la propaganda que los mismos periodistas nos encargamos de alimentar estaba sepultando al PRI y era tan poderoso que podría llevar a la ingobernabilidad, al oponerse a las iniciativas e invasión del Ejecutivo?..
Eso ya pasó a la historía. Ahora está solamente el "G-2", la vuelta al PRI-PAN que saca adelante en el país las salidas más cavernarias a los problemas sociales... No importa si estas nuevas concertacesiones ahora se disfracen con posturas aparentemente irreconciliables en algún conflicto estatal, tipo Puebla, tipo Manuel Bartlett, donde los panistas quieren volver a ahuejotzingar...

Pero volvamos al punto de inicio...
Renato Leduc fue el poeta profeta que parece haber cantado, sin saberlo y por supuesto entonces sin premeditarlo, a las virtudes de Tiempo de San Cristóbal...
Esa "sabia Virtud de conocer el tiempo" nació justamente en 1968, cuando en la pomposamente llamada prensa nacional se daban simultáneamente los peores vicios del servilismo, de la identificación entre el status autoritario y los intereses empresariales de un periodismo que ni cosquillas sentía cuando a sus puertas tocaban los movimientos sociales...

En las antípodas de la prensa comercial "nacional" nacía TIEMPO....


Desde Julio/2006