EL PERIODISMO EN CHIAPAS

Este es una bitácora exclusivamente para textos relacionados con la historia del periodismo en Chiapas. Para exhibir los aciertos y desaciertos, dislates, cosas chuscas y otros detalles que reflejen la idiosincrasia del periodismo chiapaneco. Tantas cosas y situaciones que veo y leo que no quiero que se pierdan en el tiempo, quiero documentarlo y compartirlo. Advierto que para nada pretendo congratularme u ofender a persona alguna.

martes, enero 07, 2014

Sobre don Guillermo Trinidad Mota, El Ahuizote

  En el último tercio del siglo pasado el diario vespertino Últimas Noticias del Ahuizote jugó un papel importante en la comunicación política de Chiapas. Se trató de un tabloide que por su capacidad de denuncia y la contundencia de su información logró contar con cientos de lectores que día a día buscaban al medio impreso que mejor les garantizaba una opción informativa con credibilidad. ¡Últimas noticias... Últimas noticias!... gritaban los voceadores, gritos que se confundían con el viento que azotaba en el monumento a la bandera situado en el lado poniente sur de la ciudad más conocida como La Lomita. Fue en ese tiempo cuando los cafetómanos de la avenida tuvimos la oportunidad de conocer a todo un señor de los medios impresos como lo fue don Guillermo Trinidad Mota director del Ahuizote. Y fue precisamente (desde el monumento un latigazo a quien le corresponda) donde el periódico tardero se posicionó en la sociedad por su independencia, por su valor y por el talento de sus colaboradores. La experiencia de su director, la confianza que despertaba en su equipo de trabajo logró hacer trascender el esfuerzo de los hombres y de las plumas que acuerpaban al director y al vespertino.

Hace apenas unos días le tocó a don Guillermo Trinidad Mota emprender el viaje sin retorno. Los moledores del márago que tuvieron la oportunidad de conocer al dueño y director del periódico impreso vespertino, de tratar al hombre y de convivir con el amigo sienten una profunda tristeza porque en el caso que nos ocupa se pierde a un ser humano generoso que no le dio la espalda a las aspiraciones profesionales de sus discípulos, que alentó las inquietudes de los nuevos cuadros del periodismo local y que formó recursos humanos útiles a la comunicación. Adiós amigo Trini... Adiós maestro... No muere quien deja amigos para recordarlo.

Fallece Pepe Figueroa, columnista singular del periodismo en Chiapas





ERICK SUÁREZ


Que no salga hoy su columna es extraño. Que su columna no vuelva a salir será más extraño. Cómo no tomárselo personal, si su pérdida deja una plana difícil de llenar.

El periodista José Gabriel Figueroa Rodríguez falleció ayer a los 61 años, víctima de un paro cardiaco. Sus restos serán sepultados hoy en el Panteón Municipal de la capital del estado.

De rumor a profundo dolor. Los mensajes de texto enviados al amanecer por Fredi Hernández Vera -su asistente por más de dos décadas- a los teléfonos móviles eran tan ciertos como que era el Día de los Santos Inocentes. Pepe Figueroa había expirado.

Su partida fortalece esa caprichosa tendencia a morir en los últimos días del año, de la que daba testimonio la capilla de la funeraria del centro de la ciudad donde fue velado, que recibía su segundo cuerpo en menos de 48 horas, y con él más de 30 coronas con flores, además de miembros de la clase política, empresarial, cultural y de la sociedad civil chiapaneca.

"El Gordo" -como le decían sus allegados-nació en Jiquipilas en 1948, hijo de Mericia Rodríguez López y de Gabriel Figueroa Ochoa; heredero del legado del poeta cintalapaneco Rodulfo Figueroa, gracias a la ascendencia de su padre.

Llegó a Tuxtla Gutiérrez en 1956 para estudiar la secundaria en el desaparecido Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas (Icach), instrucción que concluyó en la Escuela Secundaria Federal "Adolfo López Mateos", en la que dirigió el periodo institucional.

A la par de ingresar a la Escuela Normal, emprendió su camino por el periodismo que lo llevó a recorrer más 10 de periódicos, entre ellos, "El Ahuizote", "La Tribuna", "El Heraldo", "La República en Chiapas", "Diario de Chiapas", "Cuarto Poder" y "El Heraldo de Chiapas".

Su andar le permitió tener "una relación estrecha" con el periodista del "Excélsior", Manuel Buendía; y con miembros de los cuadros juveniles del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que a la postre serían protagonistas del devenir de México y Chiapas, como Fidel Herrera Beltrán, Jesús Reyes Heroles, Eduardo Roblero y Juan Sabines Gutiérrez.

Recibió el Premio Estatal de Periodismo en 1978. Fue presidente municipal de Jiquipilas y secretario de Prensa y Propaganda del Comité Ejecutivo Estatal (CEE) del PRI, puesto que abandonó para dedicarse de tiempo completo al periodismo.

Fue autor de la columna "Café Avenida" -bautizada de esa forma en honor a la cafetería que está unas cuadras del Parque Central de la capital del estado-, desde las que relataba a sus "cafetómanos" anécdotas que despertaban simpatías; reseñaba acontecimientos a la "Semana Inglesa"; y ponía al tanto de los hechos por venir con todo su "Oficio Político".

"El Che" -como también le decían sus familiares- era una persona que le gustaba actualizarse por medio de la lectura. "Eso le ayudaba a ejercer una crítica de forma constructiva", dijo Fredi Hernández, su compañero de batallas durante sus últimos 20 años.

Su primo hermano, Raúl Palacios Figueroa, calificó a Pepe Figueroa como una "persona alegre y dicharachera, que siempre tenía chascarrillos para animar cualquier conversación".

"Él era un hombre de carácter fuerte que siempre salía a defender a las persona que lo necesitaran. Era una persona maravillosa, que anteponía su familia a su trabajo. Él era amigo de todos, enemigo de nadie", puntualizó Fredi Hernández.

La diabetes -una de las epidemias del nuevo siglo- junto con otros cuadros deterioraron su salud en los últimos meses. Un infarto al miocardio cegó su vida ayer por la madrugada.

"Chiapas pierde a un baluarte del periodismo. Mi primo fue un hombre improvisado que tenía vocación. La entidad pierde a una de sus mejores plumas", afirmó Raúl Palacios.

A José Gabriel Figueroa Rodríguez le sobreviven su esposa, Rosa Díaz y sus hijos, José Manuel Figueroa Díaz y Gabriela Figueroa Díaz. Sus restos serán inhumados hoy en el Panteón Municipal de Tuxtla Gutiérrez. El cortejo partirá a las 9:00 de la mañana de una funeraria ubicada en la Avenida Central, en pleno corazón de la ciudad.

Finalmente: "No hablen de la muerte, porque todavía no me quiero morir", lo dijo el filósofo de Montecristo de Guerrero. Recuerde: "No es nada personal".
 

Tuxtla, sin Café Avenida

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Descanse en paz, el cafetómano mayor, don Pepe Figueroa. CP
Descanse en paz, el cafetómano mayor, don Pepe Figueroa. CP
Amir Hernández/Carlos Herrera/Carlos César Núñez José Gabriel Figueroa Rodríguez, periodista cofundador de esta casa editorial, falleció la madrugada de ayer en la capital chiapaneca, víctima de un paro cardiaco.
El conocido periodista oriundo de Jiquipilas, donde fue presidente municipal, autor de la columna política “Café Avenida”, se encontraba conviviendo con sus amigos en Tuxtla Gutiérrez cuando se sintió mal y fue trasladado a la Cruz Roja, donde los galenos dieron la lamentable noticia. Eran las 04:00 horas.
Inmerso en el mundo periodístico desde hace más de 40 años, “Don Pepe Figueroa” sufría diabetes y un permanente dolor en el hombro izquierdo.
Colaboró en Cuarto Poder, donde fue fundador bajo el mando de don Conrado de la Cruz Jiménez; así como en Reporteros en Acción, los diarios La Tribuna, El Heraldo, Diario de Chiapas, El Ahuizote, Diario Popular ¡ES!, y El Heraldo de Chiapas, su última casa editorial. Además de encabezar su proyecto en el ciberespacio con su página electrónica Bureco (Bufete Regional de Comunicación).
Asimismo, se desempeñó como jefe de la secretaría de prensa y propaganda del Comité Directivo Estatal del PRI, partido donde militó y llegó a ser miembro del Frente Juvenil Revolucionario del PRI Chiapas. En el Gobierno de Patrocinio González Garrido fue presidente del Consejo Municipal de Jiquipilas, donde después fue edil.
Sus restos fueron velados en Funerales Calas y serán sepultados a las nueve de la mañana de este domingo en el Panteón San Marcos de Tuxtla Gutiérrez.
Anécdotas
El periodista Carlos César Núñez relata esta anécdota que se suscitó en la entrada a Jiquipilas, en la llamada “fuente con jotas”.
Ahí don Patrocinio González había acudido a una reunión de trabajo con Pepe Figueroa, entonces presidente municipal. Le pidió más presupuesto al otrora gobernador, quien respondió que hasta que terminara lo entregado no le daría más. Por eso sólo construyó esa estructura a la entrada del pueblo, un poco a la carrera para poder recibir más recursos municipales, que persiste hasta nuestros días.
Con el director de Cuarto Poder, don Conrado de la Cruz, forjó, además de una relación de trabajo, una gran amistad. En un viaje a París visitaron el diario “Le Monde”. Derivado de ese plácido paseo, a don Pepe le pusieron el mote de “Elmont” y despúes “El Monterona”, como también es conocido entre sus amigos.
El reportero Carlos Herrera, corresponsal de Cuarto Poder en la zona Altos, así habló del cafetómano mayor: Metido en el periodismo desde hacía ya muchos años, a don Pepe Figueroa lo conocí cuando él escribía para Cuarto Poder. Fue un periodista con estilo propio, abierto y amable con muchos de los nuevos reporteros que veníamos de la Unach.
Lo conocí en 1997 en los pasillos de Redacción de Cuarto Poder. Siempre atento, haciendo bromas con don Conrado, pero respetuoso de los jóvenes reporteros que egresaban de Ciencias de la Comunicación.
“Hey tú, Carlos Herrera, vení pa´cá, contáme cómo están los Altos, qué dicen los zapatistas”, era lo que casi siempre me decía, por la sede de mi corresponsalía, que desde 1997 es San Cristóbal de Las Casas.
Café Avenida se llamaba su columna y era un nombre ideal porque hacía alusión al café ubicado sobre la Avenida Central de la capital chiapaneca. Ahí era común encontrarlo por las mañanas, conversando con sus amigos y uno que otro político que le gustaba la buena plática y añoraba los viejos tiempos.
 


RUPERTO PORTELA ALVARADO

No fue una broma del "Día de Inocentes"; desgraciadamente fue verdad y confirmada por varios amigos, la mañana de este sábado 28 de diciembre la muerte de mi amigo y colega periodista, José Gabriel Figueroa Rodríguez, a quien todos le conocíamos popularmente como Pepe Figueroa. Otro más que se nos adelanta en el camino.

Pero amigo Pepe, no sé cómo te pudo alcanzar la muerte si apenas el pasado jueves te vi caminando por el pasillo del edificio San Marcos con tu presteza y alegría que te caracterizaba. Tú que todo lo veías positivamente, casi en broma, fuiste a entregar tu vida precisamente en este día en que es tradicional la broma. Así lo creí pues no esperaba esta muerte tan inesperada.

Te vi en dentro de la mortaja enjuto, pero aun así con un sonrisa como si no hubieras dejado la vida atrás. Parece que te reías de la muerte como te reíste de la vida y de muchos a los que les pusiste apodos que todavía persisten como el de la "Envenena" y el del "Garganta Profunda" que pasarán a la historia.

Desgraciadamente cuando nacemos empezamos a morir y a ti te tocó más allá de los cincuenta que revelabas con gusto todo lo que habías aprendido en el correr del tiempo, en este sinuoso mundo del periodismo que fue tu pasión. No es el momento de decirte adiós, sino un hasta luego porque más temprano que tarde estaremos contigo en este final del camino.

Tus amigo como yo, como muchos, extrañaremos las pláticas de recuerdos de experiencias periodísticas y otras que tuviste con muchos señorones del ámbito nacional, de tu columna "Café Avenida" y de todas las anécdotas que me contaste. También de tu última inversión para publicar la página web de internet, Bureco (Buró Regional de Comunicación), de la cual fuimos partícipes muchos de los que hoy te damos la despedida con un "hasta pronto".

Habrás dejado la experiencia de haber sido un asiduo lector de política desde muy joven cuando fuiste dirigente del Movimiento Juvenil Revolucionario y jefe de prensa del CDE del PRI en varias ocasiones. No se me olvida tu paso por la presidencia municipal de Jiquipilas donde impusiste a la entada del pueblo tu "Jota" de José y también otra para alagar al entonces gobernador José Patrocinio González Garrido.

Dejaste constancia de tus ocurrencias como aquella cuando le mandaste por fax un pago de 500 pesos a tu amigo Conrado de la Cruz Jiménez, director del diario "Cuarto Poder" y la frase tuya que le pusiste de relieve a Juan Óscar Trinidad Palacios cuando te dijo: "Pepe, te tengo en mi corazón", a lo que le respondiste: "sácame de tu corazón y méteme a la nómina". Esa es una referencia a la del gran Carlos Monsiváis que decía: "amistad que no se refleja en la nómina es pura hipocresía". Cierto y lo sabias bien: "el afecto debe ser en efectivo".

Mi estimado Pepe Figueroa o como te hayan conocido en el medio periodístico, ya sea por "La Monterona ", "Pepe Lamont" o como yo te decía en ocasiones, "El Fantasma Figueroa"; te nos adelantaste en el camino donde te encontrarás con tus viejos cuates como Gervasio Grajales "El Jefe Pluma Firme"; Conrado de La Cruz Jiménez, Antelmo Esquinca "Luzán"; Pancho Núñez "El Gitano"; Cheluis Cancino; mi compadre Roberto Mancilla Herrera, el "Camarrada" Pepe López Árevalo que también se nos fue en este año, entre otros no menos famosos y recordados como tú.

Pepe, sé que hasta el último momento estuviste en la brega del periodismo porque en este mismo día de tu muerte aparece publicada tu prestigiada columna "Café Avenida" y eso ya es un decir porque nunca claudicaste con tu "Oficio Político. Te agarró de sorpresa la maldecida muerte que estoy seguro recibiste con la gallardía que siempre te caracterizó.

Hoy tu familia llora tu partida, pero mañana se consolará con tu memoria, con el prestigio que diste a la profesión del periodismo y tu presencia en el acontecer diario de escribir para los medios de comunicación como el viejo "Heraldo de Chiapas" del que fuiste director; del diario "Cuarto Poder" donde te desempeñaste como el columnista más prestigiada y últimamente en el "Heraldo de Chiapas" de la Organización Editorial Mexicana. Todo eso, y aún más, será parte de la resignación de tus seres queridos. A ellos les deseo pronta recuperación de su pesar y que el Señor de las Galaxias les de la fortaleza necesaria para mitigar el dolor por esta partida para siempre.

Solo me queda decirte hasta pronto y también, que tú si te mereces un busto en la Plaza de la Libertad donde están erigidas otras junto a la estatua de Belisario Domínguez... Descanse en paz José Gabriel Figueroa Rodríguez, Pepe Figueroa, "La Monterona"...rp@


 FALLECIÓ PEPE FIGUEROA
Una llamada telefónica me despertó en la que me decían que a las 4 de la madrugada del pasado sábado 28 de diciembre del 2013 (Día de los Santos Inocentes) había fallecido de un infarto al miocardio el reconocido periodista y columnista PEPE FIGUEROA, cuyo nombre real era José Gabriel Figueroa Rodríguez, autor de la Columna “CAFÉ AVENIDA” que en los últimos años publicaba en el Diario “El Heraldo de Chiapas” de Don Mario Vázquez Raña, bajo la dirección del Mtro. Ricardo del Muro Sánchez.
A Pepe Figueroa lo conocí allá por 1968, cuando llegó al Diario “La Tribuna”, en ese entonces de Don Carlos Ruiseñor Esquinca y Don José Luis Cancino Guillén, el primero como Director  General y el Segundo como  Gerente General, un binomio perfecto. Pepe Figueroa, había llegado después de haber hecho sus primeros pininos en el Diario “El Ahuizote” de Don Guillermo Trinidad Mota, otro grande del periodismo Pepe, acababa de llegar a Jiquipilas su tierra natal y se fue al “Ahuizote”, porque conocía a Don Guillermo Trinidad Mota, que era originario de Cintalapa y de donde fue Presidente Municipal, salió del “Ahuizote” y de ahí una tardecita de Abril de 1968, llegó a La Tribunita, querida, ahí nos encontró redactando a mi estimadísimo compadre y amigo Hubenay N. Chíu, que también acababa de llegar a Tuxtla Gutiérrez, de la Colonia “Dr. Domingo Chanona”, municipio de Villaflores, le pedimos que esperara a Don Carlos Ruiseñor, para que  platicará con él y ver la posibilidad de quedarse en el equipo de reporteros, columnistas, redactores, personal de talleres y de todos los que hacíamos posible la edición diaria de La Tribuna, afortunadamente se quedó y de ahí nació una excelente amistad entre Hubenay N. Chiu, Pepe Figueroa y este columnista. En el mismo diario  La Tribuna, ya trabajaban los consagrados como  el maestro del periodismo chiapaneco Don Humberto Trejo Gómez, como jefe de Redacción, Don Isidro Aguilar López (Reportero 7-10 y Patrullero 9-20) com Auxiliar de Redacción, Don Héctor Ruíz León, como columnista y al inquietoe inteligente Agustín Duvalier, como reportero. La nueva generación que aspirábamos a ser periodistas éramos Hubenay N. Chíu, Pepe Figueroa y este servidor, pasaron años, décadas, cada quien al dejar La Tribuna, tomamos diferentes rumbos, de acuerdo a nuestra manera de ser y de pensar, ideologías propias, sueños, ilusiones, en fin. Se fue Pepe, ahora de esos tres alegres y soñadores muchachos tan solo quedamos mi compadre Hubenay y Hablemitos. Lamento no haber estado en el velorio ni en el sepelio de mi amigo y compañero Pepe Figueroa, ya que por razones personales, me encontraba en otra ciudad, pero oportunamente, por celular, hice presente mis más sentidas condolencias a su esposa Profesora Rosa Carlota Díaz, hoy viuda de Figueroa, a quien le pedí hacerlo extensivo a sus hijos Lic. José Manuel y a Lic. Gabriela. D.E.P.


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