Continúa impunidad en el crimen del periodista Roberto Mancilla
Flores Montiel varios meses preso, pero fue liberado por falta de pruebas.
Tomado de: http://www.estesur.com.mx/
Acusado de haber participado en la muerte del periodista Roberto Antonio Mancilla Herrera, el excoordinador general de las policías en Chiapas, Ignacio Flores Montiel, fue exonerado de los cargos que habían en su contra y ahora presumiblemente regresó a su trabajo como director de la Policía Auxiliar de la ciudad de México, tras permanecer varios meses en el penal de El Amate.
El exfiscal General del Estado (FGE), Mariano Herrán Salvatti, ahora también sujeto a procesos por delitos del orden común y federal, confirmó en su momento sobre la detención de Ignacio Flores Montiel, coordinador general de Seguridad Pública, durante el gobierno de José Patrocinio González Garrido, y a Wallas Hernández Santos, como probables responsables del homicidio del periodista Roberto Antonio Mancilla Herrera, ocurrido el 1 de febrero de 1993, frente al parque de la colonia 24 de Junio de la capital chiapaneca.
A más de 15 años de la muerte de Mancilla Herrera, la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos de Homicidios, Privación Ilegal de la Libertad y Conexos cometidos en contra de periodistas, detuvo el 27 de abril del año pasado, en la ciudad de México a Flores Montiel y en Tonalá a Wallas Hernández Santos, ayudante del presunto homicida material, Salvador Verde Gracián, actualmente recluido en el penal El Ámate.
La dependencia dijo en su momento en las investigaciones realizadas por la Fiscalía Especializada, se cuenta con testimoniales que precisan la ejecución de Roberto Antonio Mancilla Herrera, fue ordenada por Ignacio Flores Montiel, detenido en cumplimiento de una orden judicial de arraigo y de inmediato fue trasladado a la capital del estado.
Sin embargo, dijo las investigaciones continuarán para determinar los motivos por los cuales se perpetró este homicidio, ya que se tiene información documentada de que Roberto Antonio Mancilla Herrera, días antes de su muerte comentó Patrocinio González Garrido lo quería matar, debido a las investigaciones periodísticas que realizaba y documentación obtenida que comprometía a ese funcionario.
Mancilla Herrera, al momento de fallecer contaba con 44 años de edad, era ingeniero químico, originario de Tuxtla Gutiérrez, casado y padre de dos hijos, fungía como director del Foro Cultural Universitario de la Universidad Autónoma de Chiapas y columnista en los periódicos Es! Diario Popular y Cuarto Poder.
De acuerdo con las investigaciones, el 1 de febrero de 1993, aproximadamente a las 22:30 horas, frente al parque de la colonia 24 de Junio de Tuxtla Gutiérrez, fue privado de la vida el comunicador, su cuerpo fue encontrado al día siguiente a las 07:00 horas, a bordo del vehículo Volkswagen sedán color rojo, sobre el asiento del conductor con dos heridas de arma de fuego en la cabeza, del calibre 45. El vehículo era propiedad de la Secretaría de la Reforma Agraria, de donde el occiso era encargado del área de Comunicación Social de la delegación estatal que presentaba impacto en la portezuela izquierda.
El exfiscal Mariano Herrán Salvatti dio a conocer que Roberto Antonio Mancilla Herrera, falleció a consecuencia de un shock neurogénico e hipovolémico irreversible por proyectiles de arma de fuego, las investigaciones de campo y periciales, determinaron que la investigación fue manipulada dolosamente desde su inicio, por las autoridades de ese entonces, y fue así que los peritos en criminalística y médico forense en su momento establecieron la hora de la muerte fue a las 3:00 horas del día 2 de febrero de ese año.
Incluso, expuso el exfuncionario, uno de los peritos que firman los dictámenes, señala no estuvo presente en el lugar de los hechos, esta manipulación -agregó- llevó a la detención y consignación de personas inocentes por esos hechos.
Fue el 8 de mayo de 1993 que la policía estatal detuvo a Esteban de Jesús Zorrilla Amen y Vicente Espinosa Pimentel, en ese tiempo secretario particular y chofer del rector de la Universidad Autónoma de Chiapas, Jorge Luis Arias Zebadúa, presentados por el propio Ignacio Flores Montiel, como responsables del crimen, quienes al año siguiente fueron absueltos por falta de pruebas.
Afirmó, acompañado de varios de sus colaboradores, las nuevas investigaciones han arrojado los agentes de la Policía Judicial, elaboraban los informes de la investigación del homicidio de Mancilla Herrera, con los datos que así ordenaba Ignacio Flores Montiel.
De esta forma, la investigación concluyó con la identificación plena y positiva de Salvador Verde Gracián, quien presuntamente es la persona que disparó en tres ocasiones a Roberto Antonio Mancilla Herrera, actualmente sujeto a proceso en el Centro de Prevención y readaptación Social "El Amate" por otros homicidios.
Verde Gracián, en el momento del homicidio, era agente de la Policía Judicial y formaba parte de un grupo especial al mando de Flores Montiel; conformado, entre otros, por el comandante Ramón Herrera Bautista y Javier Palomeque Mathus, de quienes extrañamente no se localizan sus expedientes laborales y se apoyaban por varios civiles, conocidos comúnmente como "madrinas", entre ellos Wallas Hernández Santos, afirmó.
Informó Ramón Herrera Bautista estuvo detenido en el penal de Cerro Hueco por homicidio y al salir fue privado de la vida; Javier Palomeque Mathus corrió la misma suerte, datos que se han obtenido indican que dos elementos de la policía judicial que habían recabado datos de los autores materiales, igualmente fueron privados de la existencia.
En la fecha de la presentación de los extrabajadores de la Unach, tres meses después de la muerte de Mancilla Herrera, fue el propio Ignacio Flores y el entonces procurador de justicia, Joaquín Armendáriz Zea, quienes leyeron los comunicados, cuyos originales textualmente rezan:
Joaquín Armendáriz Zea: “Uno de los compromisos más importante que el gobierno del estado tenía con la ciudadanía chiapaneca, consistía en el esclarecimiento de los hechos ocurridos en la madrugada del 2 de febrero pasado, en virtud del cual fue victimado el periodista Roberto Mancilla Herrera; se reitera le decisión gubernamental de llegar hasta las últimas consecuencias en aras de la aplicación de justicia y para evitar que se quedara impugne (sic) que consternó al gremio periodístico y a la sociedad en general, se reitera que en Chiapas no cabe la impugnidad (resic) y que los que transgredan el ordenamiento jurídico o violenten la paz social, sufrirán el rigor de las leyes aplicables.
“Públicamente, en nombre del gobierno del estado, quiero hacer un reconocimiento a la comisión de periodistas que coadyuvaron en las tareas de la procuraduría. Se integró con ellos un verdadero equipo de trabajo que segundo a segundo aportaron su mejor esfuerzo y voluntad para apoyar las investigaciones. Fue una intensa labor que el día de hoy se ve premiada con el esclarecimiento de estos hechos y aún más en su verdadero afán de cooperar, también viene a mi mente la presencia y la labor de varios periodistas que sin formar parte de la comisión estuvieron invariablemente con nosotros.
“El gobierno del estado acudió al Sr. Dr. Jorge Carpizo McGregor, Procurador General de la República, para que personal de dicha institución se sumara al equipo de trabajo que tenía bajo mi responsabilidad las investigaciones mencionadas, la respuesta fue oportuna y tajante, ya que el mismo 2 de febrero de 1993, arribaron a esta ciudad el grupo de profesionales que el Procurador General de la República comisionó para integrarse a las investigaciones; por ello, por mi conducto, el C. Gobernador del Estado –Patrocinio González Garrido-, agradece el apoyo invaluable que se recibió del Sr. Doctor Jorge Carpizo Mc´Gregor.
“Pero si las voluntades conjuntadas a que me he referido anteriormente propició la intervención de muchas personas, la Procuraduría General de Justicia del Estado se vio fortalecida por la comprensión, paciencia y apoyo que en todo momento recibimos de la familia del malogrado periodista Roberto Mancilla Herrera, y que con dignidad fue encabezada por la Profra. Martha Mendoza Vda. de Mancilla.
“Es ocasión de reconocer el mérito y profesionalismo de integrantes de esta institución, razón por la cual, en mi calidad de Procurador General de Justicia del Estado, se hace un reconocimiento al Comandante Don Ignacio Flores Montiel, Coordinador General de la Seguridad Pública del Estado, quien directamente y en forma personal dirigió las investigaciones, sin escatimar recursos o esfuerzos y dejando en todo momento constancia de la calidad investigatoria que le caracteriza y que ha logrado obtener al paso de muchos años de servicios profesionales.
“Finalmente, quiero destacar que el grupo de profesionales, peritos en derecho que se avocó a esta investigación, estuvo encabezado por el C. Lic. Beimar Palacios Arreola, quien funge como Coordinador de Auxiliares, que se desenvuelve bajo mi estricta responsabilidad en cuanto al esclarecimiento de los hechos.
Le pido al C. Comandante Don Ignacio Flores Montiel, que les otorgue la información pormenorizada de los presuntos hechos…”
Hasta aquí las palabras del ex Procurador de Justicia y hoy Notario Público. Enseguida se transcriben las palabras de Ignacio Flores Montiel acerca del porqué de la detención de Esteban de Jesús Zorrilla Amen, ex secretario particular del también ex rector de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), Jorge Luis Arias Zebadúa, así como de su chofer Vicente Espinosa Pimentel, a quien apodaban “La Sombra”.
“Con motivo de la investigación número 76/CAJ 4/93, iniciada el día 2 de febrero de 1993 por el homicidio perpetrado sobre la persona del periodista Roberto Mancilla Herrera, quien fue encontrado en el interior de su vehículo Volkswagen, estacionado en la colonia “24 de Junio” con dos impactos de arma de fuego de calibre 45, me permito informarle:
“Que después de haberse levantado múltiples actuaciones y requerirse de la presencia de diversas personas que rindieron sus declaraciones ante el Agente del Ministerio Público instructor de la Averiguación Previa, se dispuso previo el informe policiaco respectivo, la presentación por notoria urgencia de: Vicente Espinosa Pimentel (a) “La Sombra” y del Dr. Esteban de Jesús Zorrilla Amen, quienes prestaban sus servicios en la Universidad Autónoma de Chiapas, con las categorías de chofer de la Rectoría y Secretario Particular del C. Rector, respectivamente.
Ignacio Flores Montiel continúa diciendo que “En síntesis, las declaraciones vertidas por los presentados es la siguiente: VICENTE ESPINOSA PIMENTEL (A) “LA SOMBRA” “Expresó que en el desempeño de sus funciones como chofer de la Rectoría de la UNACH, siendo aproximadamente las 21:00 horas del día 1 de febrero, procedió a trasladar a su domicilio al señor Rector Lic. Jorge Luis Arias Zebadúa, que de regreso a las instalaciones de la Universidad se encontró al Dr. Esteban de Jesús Zorrilla Amen, con quien en algunas ocasiones había ingerido bebidas embriagantes y en esa ocasión, una vez más fue invitado a tomar licor; razón por la cual ingirieron dos botellas y media de “Brandy Presidente”, aflorando en la conversación en el Dr. Esteban Zorrilla Amen su propósito de desquitarse del periodista Roberto Mancilla Herrera, quien también prestaba sus servicios en la Universidad y, frecuentemente hacía comentarios negativos de su persona, y aún más, cuando acudía a la Rectoría amenazaba al susodicho doctor de que le publicaría en el periódico que escribía, los malos manejos de los recursos económicos universitarios; ante esta situación, el Doctor Esteban de Jesús Zorrilla Amen le propuso que fueran a ver a Mancilla Herrera porque quería reclamarle, expresando que conocía el lugar donde se encontraba, ya que tenía una amante en la colonia “24 de Junio” de esta ciudad; por lo que se dirigieron a dicho lugar a bordo de una camioneta de color arena, marca Dodge, tripulada por el Doctor Zorrilla Amen, quien depositó en el asiento en medio de los dos, una pistola calibre 45, tipo escuadra y al llegar, ya en la madrugada del 2 de febrero a la colonia “24 de Junio”, se percataron de que frente al parque de la misma, se encontraba estacionado el Volkswagen ampliamente conocido del periodista Roberto Mancilla Herrera, quien se encontraba en su interior, por lo que el Doctor Esteban de Jesús Zorrilla Amen se bajó de la camioneta y dirigiéndose al periodista le dijo “bájate que vamos a rompernos la madre”, empezando a discutir y el declarante optó por tomar la pistola que estaba en el asiento de la camioneta y se acercó a los rijosos y disparó en tres ocasiones en contra de la humanidad de Roberto Mancilla Herrera; que posteriormente retornaron a las instalaciones de la Colina Universitaria y continuaron libando hasta aproximadamente las cinco de la mañana del propio día 2 de febrero de 1993, destacándose que el autor intelectual Doctor Esteban de Jesús Zorrilla Amen le ofreció la cantidad de cincuenta mil nuevos pesos, de los cuales únicamente le adelantó cinco mil nuevos pesos.
DR. ESTEBAN DE JESUS ZORRILLA AMEN
Flores Montiel dice en esta parte de la conferencia de prensa que “En términos generales coincide con la declaración vertida por Vicente Espinosa Pimentel (a) “La Sombra”, agregando únicamente que con frecuencia Roberto Mancilla Herrera hacía malos comentarios de su persona y además le gritaba e insultaba, amenazándole con publicar las supuestas irregularidades en que incurría en el manejo peculiario (sic) de la Rectoría.
Por último, el flamante ex coordinador de las policías en Chiapas indicó que: “En la Averiguación Previa, se practicó la reconstrucción de hechos, diligencias de identificación, etc., y el expediente 76/CAJ 4/93 fue consignado al Juez competente del Ramo Penal por el delito de homicidio calificado, perpetrado en la persona del periodista Roberto Mancilla Herrera y en contra del Doctor Esteban de Jesús Zorrilla Amen y Vicente Espinosa Pimentel (a) “La Sombra”, a los efectos de que se les instruya el proceso penal correspondiente.
8 de Mayo de 1993.”
Cabe señalar que hasta el momento, la Procuraduría General de Justicia del Estado no ha informado si, en su momento, fueron citados a comparecer también el ex director de la Policía Judicial del Estado, Alberto Álvarez Pérez, el propio ex Procurador de Justicia, Joaquín Armendáriz Zea, el Coordinador de Auxiliares, Beimar Palacios Arreola, aunque algunos ex comandantes que también participaron en las “investigaciones” ya dejaron de existir o simplemente fueron asesinados.
En la próxima entrega daremos cuenta de los asesinatos en serie –y en serio-, que se dieron también en esa época, de homosexuales y travestis, uno de los cuales fue asesinado en plena Avenida Central, pocos días después de la muerte de Roberto Mancilla Herrera.
