PERIODISMO A RAS DE CANCHA

PERIODISMO A RAS DE CANCHA
Luis Daniel Pulido
cineticomarginal@hotmail.com

La literatura es un arte profundamente conceptual; en realidad, es el único. Las palabras son conceptos; los tópicos son conceptos. Nada puede afirmarse, negarse, relativizarse, de nada se puede uno burlar sin ayuda de los conceptos y las palabras. De ahí la sorprendente robustez de la actividad literaria, que puede negarse, autodestruirse o decretarse imposible sin dejar de ser ella misma. Que resiste a todos los abismos, a todas las desconstrucciones, a todas las acumulaciones de grados, por sutiles que sean; que simplemente se levanta, se sacude y vuelve a estar vivita y coleando, como un perro que sale de un estanque. Michel Houellebecq

Como resultado de proyectos y ejercicios editoriales todo se sacrifica por un mismo diseño frente al papel en blanco como lo es el periodismo de incriminaciones, juicios y alegatos. Cuando se basa en la exposición de la anécdota y se le confiere legitimidad al más pequeño de los detalles, en este caso, a lo que hace o deje de hacer el gobernador de Chiapas, hasta el más tonto resulta ser audaz.
¿Qué pasa cuando las frivolidades pasan como pasión justiciera? No sólo se avalan decisiones, sino caprichos. Si es condición el protagonismo de Juan Sabines Guerrero como libertad de prensa, la radiografía de medios será ocultar y desinformar, subordinarse al espectáculo fácil de la justificación, esa línea recta de pensamiento que con el paso del tiempo se vuelve una curva retorcida que toman como balancín los reporteros más jóvenes.
Sin preocupaciones lingüísticas, filosóficas y de ética todo se reduce a sugerencias, cuadros de inscripciones, juego de dobles sentidos y con la idea de que se escribe para un público enardecido ¡Sabines, Sabines, Sabines!
Si la disidencia informativa comparte eufemismos, lo posterior será la misma historia: alfabetismo rural, urbano o universitario reducido a lo esencial, a palabras estrictamente básicas que al conjuntarlas en la “unidad” – que siempre está abierta, en este caso, como Chiapas solidario – se asuman, tanto gobernador como periodistas, dentro de los cánones monogámicos del matrimonio para presidir actos “sin censura” y establecer como criterio único (y estético) los superpuestos trajes de novia de este idilio que resulta ser la libertad de expresión en Chiapas.
Por eso una sociedad de jóvenes, cuya inteligencia (y participación) es bastante discreta, comparten el mismo tronco común, la desidia ancestral de su cosmópolis: el eterno rezago educativo y de opinión a pesar de la suma y suma de Universidades y líderes, eso sí, al servicio de su comunidad.