Ataque a articulista, hecho aislado

ASUNTO PÚBLICO
Sergio Stahl
Diario de Chiapas
09 de mayo del 2008.

La Resaca

Es entendible que un colega que está encargado de velar por la seguridad e integridad de los periodistas chiapanecos desde su posición de Presidente de una de tantas organizaciones gremiales que pululan como hongos en el mundillo periodístico local, pegue el grito al cielo a propósito del condenable ataque sufrido hace unos días por un articulista del diario de la competencia; también es compresible que demande al Estado chiapaneco garantías para todos los periodistas en la entidad, porque supuestamente somos "blancos militares" en una fantasiosa conjura urdida por los que le "heredaron" ( ¿Y los votantes, qué pitos tocaron entonces en el 2006?) a Juan Sabines Guerrero el Poder Ejecutivo Estatal y que ahora presuntamente querrían volver por sus fueros mediante un interinato que no se ve cómo ni por dónde podría surgir, habida cuenta de la paz social y el clima de progreso y desarrollo económico que se vive en Chiapas con Sabines en la Gubernatura del Estado.

Repito: Es enteramente comprensible que el Presidente de una asociación gremial de periodistas (a la que dicho sea de paso el apache columnista no pertenece ni pertenecerá jamás, ni a esa ni a cualquier otra, porque concibo al periodismo político como una oficio individual, y así también asumo los riesgos y privilegios derivados de dicha tarea social e intelectual) llame a escándalo por el atentado en contra de un articulista, quien por cierto es muy amigo mío, y que también demande garantías gubernamentales para todos los periodistas locales, pero eso no le quita el tufillo de exageración a su planteamiento.

Y es que, en primer lugar, el ataque a un articulista constituye un caso aislado, con sus particulares rasgos y antecedentes, y tal como cuando una golondrina no hace verano, ese episodio de ninguna manera sirve de base para argumentar que en Chiapas hay un clima de inestabilidad política que resulte hóstil a la prensa.

Al contrario, desde la llegada de Juan Sabines Guerrero a la Gubernatura del Estado, el trabajo periodístico goza de garantías y hasta de privilegios que no se habían visto nunca antes en la entidad. El Gobernador Constitucional de Chiapas le ha tendido la mano a la prensa, en una actitud seria y generosa, y no debe haber dudas ni sospechas del ánimo positivo que mueve a Sabines en su trato con los periodistas chiapanecos.

Hablar de un clima hóstil al periodismo en Chiapas, a partir de un caso aislado, no solamente es una exageración, también es una perversión intelectual. En segundo lugar, demandar que el Estado chiapaneco dé garantías de seguridad a todos los periodistas locales, me parece descabellado a injusto, porque no alcanzarían todos los policías para cuidar a los desbalagados integrantes del gremio informativo.

Y además, opino que este oficio siempre ha sido peligroso, y que los que no tengan agallas o temple para asumir los riesgos inherentes al periodismo político, pues mejor que se dediquen a otra cosa, porque aquí no hay cabida para cobardes ni timoratos, y no es el Estado quien nos debe cuidar, sino nosotros mismos, como ciudadanos, como personas y como hombrecitos. Bueno, eso dice el apache columnista, con todo respeto para el colega al que, sin decir su nombre para no hacer de este escrito un libelo, le estoy respondiendo a su texto del ayer...Y hasta mañana. GRACIAS.