Periodismo y relaciones públicas

ASUNTO PUBLICO.
Sergio Stahl.
Diario de Chiapas
26 de febrero del 2008.
Encuentro con Javier Alvarez Ramos.

Caminaba, ayer por la tarde, el apache columnista por el parque aledaño a la catedral de Tuxtla Gutiérrez, e iba yo cavilando sobre la inmortalidad del cangrejo y otros temas de similar trascendencia filosófica, cuando mis sesudas reflexiones fueron interrumpidas por la voz de un amigo, quien dijo mi nombre y se levantó de la mesa del café en que estaba departiendo con otras personas, para saludarme.

"Sergio, ahí está el Secretario de Educación, sería bueno que lo saludaras", me dijo, a lo que le respondí: "Primero preséntamelo, porque no he tenido el gusto de conocerlo"... aunque sí he escrito sobre su figura pública, pensé.

Dicho y hecho, mi amigo se acercó al titular de Educación, quien estaba parado a un lado de la cafetería, acompañado de otras personas a las que no pude identificar.

"Señor Secretario, él es Sergio Stahl, y lo quiere saludar", le dijo mi amigo a Javier Alvarez Ramos.

El funcionario me extendió la mano, yo la mía, nos saludamos cordialmente, y le dije: "Aquí nuestro mutuo amigo es el causante de que yo haya hablado bien de usted a su llegada a la Secretaría de Educación. O sea, le debe usted a él ese "palomazo".

Javier Alvarez Ramos respondió con una leve carcajada y un comentario que denota no solamente su agilidad mental sino también su excelente sentido del humor, cualidad esta última que es propia de la gente inteligente y nada engreída.

Ya entrados en confianza, le pregunté al Secretario de Educación estatal sobre la jefatura de Prensa de la institución a su cargo, puesto que con el barbaján Herminio Chanona Pérez era ocupado por el inepto Francisco Mayorga.

"Tengo como jefe de Prensa a un colega tuyo, a Francisco Ramírez, el mismo que tenía antes el diario El Observador de la Frontera Sur", me aclaró el Secretario de Educación estatal.

"Qué buena noticia me estás dando, Javier, porque Francisco Ramírez es un periodista muy capaz y además andaba muy necesitado de chamba. El que lo hayas nombrado como tu jefe de Prensa habla muy bien de ti", le dije al funcionario.

Entonces, Javier me explicó: "Fíjate, Sergio, que cuando andaba yo buscando a quién nombrar en ese cargo, varios de tus colegas columnistas me dijeron que si en verdad quería yo ayudar a alguien del medio periodístico y poner ahí a una gente capaz y de prestigio entre los comunicadores, debería optar por Francisco Ramírez, y así lo hice. ¿Cómo vez mi decisión?".
Yo solamente le reiteré mi opinión: "Es una decisión que habla muy bien de ti".

Y es que -esto no se lo dije al funcionario, pero siempre lo he pensado-, un jefe de Prensa es reflejo fiel de su jefe, o sea, si el jefe de Prensa es un inepto, un patán, un transa, un bellaco, (como por ejemplo Francisco Mayorga), entonces el jefe de éste es igual o peor, (como es el caso de Herminio Chanona Pérez, pues entre Mayorga y Chanona no rompen un hilo de lo bobos, inútiles y corruptos que son los dos).

Me despedí de Javier Alvarez Ramos, no sin antes acordar que en el transcurso de la semana le llamaría para agendar un cita con él. En fin.

Hasta mañana. GRACIAS.

De Tarea
Excelente barrida y trapeada le dio el viejo zorro del periodismo político chiapaneco, alias ROL, al pigmeo enamorado de la CEDH, en su columna dominical.