El periodismo visto por Gervasio Grajales (+)

DONDE SE HABLA DE PERIODISMO, DE PERIODISTAS CON COMILLAS Y SIN ELLAS , DE LIBERTAD Y LIBERTINAJE DE EXPRESIÓN Y OTRAS MENUDENCIAS DEL OFICIO

Hablar del ES! Diario Popular, es hablar de un periodismo para el pueblo, de un periodismo que define la forma de expresión de los chiapanecos. Cuarenta años (21 de junio de 1948-1988) de rescatar, estimular fomentar desde la dacha “El Tziquete” , las altas y las bajas de la entidad Gervasio recuerda.

Me inicié en el periodismo haciendo un periódico en la escuela Belisario Domínguez, en 1929. De tal manera que casi nació el ES!, cuando yo me quede aquí parado y derrotado políticamente, después del ensayo democrático del PRI en 1948. Para obtener la primera edición, obtuve un préstamo de 180 pesos con el aval de mi viejo amigo y compadre don David Corzo Ruiz, del prestamista don Víctor M. Esquinca. Con ello pagué en la Sirena, imprenta de la maestra Carmen Espinosa de Serrano, 150 pesos por la primera edición de 500 ejemplares del ES! Semanario Popular.

El dibujo del logotipo del periódico lo hizo Carlos Ruiseñor, uno de nuestros viejos periodistas de valía. El grabado lo hicieron en aparato que tenia en EL HERALDO don Juan Abarca Pérez. Mi segundo en el ES! Fue don David Corzo Ruiz y después de los primeros números fueron colaboradores Alfonso Castaño Cano (Ramiro de Espi), primo Chanona Jiménez (qepd) y Alfredo Hernández Corzo, también ya fallecido. Carlos Ruiseñor Esquinca empleaba el seudónimo de Carlos Carli.

Una palomilla que siempre me dio animo fue la "Los “ígados”, llamados cariñosamente “Los Higaditos“: Pedro Ramón Gutiérrez de Zavaleta. Noé O. Gamboa, Turi Mota, Cheo Palacios y otros que fueron pie de cría de este grupo y que por diversas razones se ausentaron.

Mi hermano Alfonso siempre me ha dado ánimos y orientación en esas cosas del periodismo. Con él hicimos EL SOL DEL SOCONUSCO, diario de Tapachula. Después de consolidar este periódico mi hermano se trasladó a Coatzacoalcos, Veracruz, donde fundó y sostuvo exitosamente durante un cuarto de siglo EL DIARIO DE SOTAVENTO, que compartió honores y prestigios con la opinión de varios intentos de hacer un periódico diario en Coatzacoalcos Nadie había podido, hasta que Alfonso lo logró.

La satisfacción que tengo como media cuchara de periodismo, como autodidacta, es que he podido expresar el sentimiento y el pensamiento de mi pueblo, de acuerdo con mis recursos que son bastantes modestos. Espero que los que me suplan en el periódico, con mi hijo Alfonso a la cabeza, logren mejores metas, especialmente en lo que se refiere a la técnica , pues en el periodismo hay algo que no se puede hacer reformas y es que el nosotros debemos servir siempr5e con la verdad. Mientras nosotros empleemos la verdad en nuestra tareas, seremos gente distinguida, aceptable y respetada.

Nos ha tocado escribir- y eso lo saben muchos-pedacitos de historias de vida políticas y social de nuestro pueblo. Sin querer, y sin ser políticos hemos participados e algunas acciones que han dejado alguna huella en la historia de nuestra tierra. Esas es una de las satisfacciones que me llevó.

Todos saben que nunca he esperado ha ser gente importante. Primero, por que no lo soy y, segundo, porque no me llama. Aquí estoy, como hace cuarenta años, en esta esquina del ES!, donde espero que mi velorio, fuera aquí, en este periódico. Sería mucho mejor, no como un compadre mío que de golpes se lo llevaron y sin marimba. Desde luego, ahora la marimba esta muy escasa...La mayor satisfacción es tener muchos amigos. Creo que no tengo enemigos. Quizá pueda tener un mal queriente, por alguna cosa que no le habrá salido bien, pero enemigos no tengo aquí en Chiapas. La prueba es que ando solo, de madrugada por la calle...

No me andes diciendo el decano de periodismo, mejor el de canas del periodismo. Mira, técnicamente, se ha mejorado algo en el periódico local. En cuanto a los periodistas, debemos hacer notar ha surgido a la palestra nuevos elementos que vienen ha enriquecer el ambiente. El avance no es todo lo grande y lo bueno que quisiéramos los viejos periodistas. Dada la libertad que consagra la constitución, ahora cualquiera se mete a periodista, cualquiera hace un periódico, cualquiera una revista y si no ponen televisión es porque realmente sale muy caro. Así no se puede. Será muy capital periodista del mundo, pero de todos juntos no hacen uno... y eso pues...

¡La libertad de expresión en Chiapas? Sí, efectivamente, hay libertad de expresión. Para la prensa es efectiva. Desde Que yo recuerde, desde 1948 que4 hago el ES!, Diario Popular, no hemos tenido el menor intento de cuartar la libertad de escribir lo que nosotros deseamos. ]¡Claro!, me refiero al supremo poder, que es le poder ejecutivo tanto en lo nacional como en lo estatal, que no lo han hecho. Han existido algunos ataques y presiones de autoridades menores, pero no cuentan, quieren quedar bien con el jefe y se pasan de la raya. En lo que a nosotros respecta, sí ha existido la libertad de expresión En Chiapas.

La cuestión de organizar a los periodistas para corregir ese libertinaje, habría que verlo. En realidad podría ser una agrupación de tipo laboral para defender sus conquistas, en cuento a lo que se refiera a redactores y reporteros. Pero si se van agrupar para tener fuerzas políticas, para hacerse sentir como agrupación en la vida del pueblo, considerando que se alejan de los propósitos de un periodista, el cual debe ser auténticamente libre, sin que tengan que actuar por órdenes de determinado grupo. Si los periodistas se agruparan deberían de ser para mejorar en lo económico, social y cultural. Como ahora hay tantos por ahí que no son periodistas y están metidos en el negocio, me parece que no resulta operante, ni bueno...

En fin, que he tenido muchas profesiones. Fui lechero, repartidor de periódicos, panadero, mozo, chofer y no sé que más, hasta llegar a la de tunde máquinas. Y si alguien me preguntara “¡ Si reencarnaras, qué te gustaría ser? No cambiaría por nada eso que se llama periodismo... ¡es tan bello!

Me lo dijo Gervasio
Anecdotario
Oscar Palacios
Secretaría de Educación del Gobierno del Estado
Tuxtla Gutiérrez, 1988.
Pags. 33-36