EL CAMINO DE UN REPORTERO:

NO ESTA EXENTO DE AMENAZAS, ATENTADOS Y PROPOSICIONES INDECOROSAS

-Los chayotazos que ofrece el gobierno del estado, son por lo menos de $10,000 mensuales-

*Alejandro Ruiz Guzmán

*Alejandro Ruiz Guzmán es corresponsal de Radio Red y uno de los principales colaboradores de TIEMPO. En este texto nos narra su experiencia como reportero en un pueblo chico infierno grande, como es el medio en que nos desenvolvemos. Expuso estas vivencias en el evento La Comunicación y los Medios de Información.

Quiero comenzar mi participación en esta mesa, expresándoles que desde mi inicio como reportero empírico, estuve convencido que quienes nos dedicamos al periodismos debemos de estar comprometidos con lealtad a la verdad y con la sociedad a quien les transmitimos las noticias, ya sea por la televisión, la radio o los periódicos.

El comprometerse con los intereses de los gobiernos y los grupos de poder político y económico, es traicionar en primer lugar a la libertad de expresión consagrada en los artículos sexto y séptimo de nuestra Constitución Mexicana, es traicionar a la sociedad a la que servimos; es, traicionarse a uno mismo, pero sobre todo en situaciones tan difíciles como la que vivimos en la actualidad, en la que está de por medio la paz, la tranquilidad y la supervivencia de miles de mexicanos; es traicionar a la Patria.

Es lamentable que muchos medios electrónicos, impresos, así como periodistas, estén puestos al servicio de los gobiernos en sus niveles de la república, estatal y municipal, dedicándose a publicar halagos a los mandatarios en turno y haciéndose de la vista gorda de los hechos que ocurren y atañen a la sociedad en su conjunto.

Hago un llamado a los periodistas chiapanecos, a que nos practiquemos un examen de conciencia y que recapacitemos que la responsabilidad de informar con veracidad, está con la sociedad y no con los grupos de poder llámese gobierno o caciques como dije antes, principalmente en estos tiempos en que están de por medio la paz o la guerra.

Si informamos con objetividad, seguro estoy que estaremos contribuyendo con el proceso de pacificación y reconciliación de nuestro estado; pero, si mal informamos a la población atendiendo intereses ya sea de gobierno o de otros grupos interesados en la guerra, -que desgraciadamente los hay- pues entonces, nos estaremos haciendo cómplices de asesinos.

Estoy seguro que no faltará quién o quienes me critiquen en estos momentos y que digan que me estoy dando baños de pureza. Reconozco -porque soy ser humano- que he cometido muchos errores en mi desempeño como informador y los he asumido, ya que en ocasiones he manejado la versión únicamente de uno de los actores de cierto acontecimiento.

Sin embargo, hago la aclaración que no es por pretender ignorar a la otra parte, porque así me convenga; lo que ocurre es que en muchas ocasiones los actores generadores de la noticia tienen sus razones para no dar a conocer su versión; pero también existen quienes pretenden condicionarnos el manejo de la información, cosa que en lo personal no acepto.

Otro de los elementos con quien tenemos un enorme compromiso los que nos dedicamos a informar; es con la objetividad, a la cual estoy consciente no se puede alcanzar en un 100%, pero que aún siendo absorbidos por las pasiones y el natural sentimiento humano, si podemos llegar a un porcentaje en las noticias que emitimos, siempre y cuando estén apegada a la realidad de los hechos, lo cual nos permitirá gozar de credibilidad.

En lo personal, en los años que llevo en esta difícil, pero apasionante labor de informar a la sociedad, sobre los acontecimientos que se generan todos los días, he tratado casi siempre de poner a consideración de mis lectores o radioescuchas las direrentes caras de la moneda. Cito como ejemplos que al igual he informado que zapatistas han sido agredidos por militares o por paramilitares, pero también que zapatistas han asesinado a paramilitares priístas o que mujeres han agredido a efectivos militares.

He informado que el Obispo ha sido considerado el profeta que anuncia un cambio en la sociedad en la que predominará la igualdad y la justicia, pero también he informado que sus detractores lo consideran un aborto del infierno. Que la diócesis a su cargo es un brazo armado de "Arriera Nocturna Abuxu" y que el general de la Séptima Región Militar, José Gómez Salazar lo vincula con la comandancia general del EZLN.

Créanme que jamás he atendido a intereses que me obliguen a la distorsión de la información o su manipuleo. Mucha gente principalmente aquí en San Cristóbal de Las Casas, me ha satanizado de zapatista, samuelista, antigobiernista, antipriísta y con todo aquello que termina en ista, por no acceder a los chayotazos.

Reitero: Mi único gran compromiso es con el grueso de la sociedad que ya ha aprendido a discernir la diferencia entre la noticia manipulada con billetes y aquella que está apegada a la realidad de un hecho, ya sea político, judicial o social.

Durante mi trayectoria como informador, no he estado exento de proposiciones indecorosas -dijera mi compadre Amado- con cantidades de dinero realmente tentadoras para un reportero pobretón como yo. La última de ellas fue de $10,000.00 mensuales a cambio de que yo no siguiera "incendiando al Estado con mis notas" (según el encargado de los chayotazos).

Yo repondí al tipo que, aprovehándose que estaba delicado de salud, quería hacerme caer en la tentación. Que a estas alturas es imposible ocultar la verdadera situación del Estado, tan imposible como querer "tapar el sol con un dedo".

Tampoco he estado exento de amenazas o intentos de atentados. He sufrido amenazas de hijos de funcionarios que hoy en día no son nada en la vida política de la región. Me demandaron penalmente por difamación, juicio del que fui absuelto, pero la situación más delicada por la que he atravesado fue en 1994; por denunciar al presidente municipal cuando estaba incitando a la violencia mediante la formación de un grupo de choque denominado "auténticos coletos". Esa vez mandó detenerme con policías municipales. Planeó con engaños sacarme de mi casa para que me dieran una "calentadita". La acción no se consumó debido a que uno de los regidores los convenció que iba a ser muy evidente en ese momento la agresión en mi contra, que mejor dejaran pasar un poco de tiempo. Días después estuve a punto de sufrir un accidente de tránsito, a mi vehículo le rompieron los conductos del líquido de frenos.

Por lo consiguiente, no me han faltado las amenazas por teléfono o la intervención del mismo para saber de qué hablo. Pero como yo soy creyente, gracias a Dios no me ha pasado nada qué lamentar, aquí estoy en pie de lucha esforzándome por informar cada día mejor a esta sociedad que ha sido bombardeada con noticias tendenciosas que engañan y confunden.