EL PERIODISMO EN CHIAPAS

Este es una bitácora exclusivamente para textos relacionados con la historia del periodismo en Chiapas. Para exhibir los aciertos y desaciertos, dislates, cosas chuscas y otros detalles que reflejen la idiosincrasia del periodismo chiapaneco. Tantas cosas y situaciones que veo y leo que no quiero que se pierdan en el tiempo, quiero documentarlo y compartirlo. Advierto que para nada pretendo congratularme u ofender a persona alguna.

sábado, julio 26, 2008

"Apócrifo inicio..."


Desde Los Altos
Fredy López Arévalo

f_lopezarevalo@hotmail.com


Expreso Chiapas

Miércoles, 23 de julio de 2008.


Ayer recibí un email de Sarelly Martinez (sarellym@gmail.com), un académico del oficio.


Me hizo remontar la memoria. Su email dice así: “Fredy: Estoy escribiendo una memoria de la TV oficial. Te quiero citar porque una vez me comentaste que cuando llegaban los reporteros de Chiapas Hoy a los pueblos los recibían hasta con marimba, ¿cómo era ese asunto, y qué etapa estuviste y de qué, cómo llegaste? Ojalá podás escribirme unas líneas. Saludes, Sarelly”.

Efectivamente, hace ya algunos años, cuando Chiapas era gobernado por el general Absalón Castellanos Domínguez, trabajé en el sistema chiapaneco de radio y televisión, para entonces TRM. Esto gracias al periodista Daniel Flores Meneses, a la sazón director de Comunicación Social del gobierno del general Castellanos Domínguez y director del noticiero “Chiapas Hoy”, que conducía a la limón con Martha Grajales, actual diputada local por el PRD.


Para ese entonces, la televisión era toda una novedad, debido a la difícil comunicación terrestre entre los municipios y la capital del estado. Nuestra transmisión era de una hora diaria, aunque producir una hora en aquéllas condiciones era toda una odisea.

Recuerdo que un día, creo que de 1983, la periodista veracruzana Leticia Hernández Montoya, actual directora del diario Expreso de Chiapas, me presentó ante Daniel Flores Meneses, a quien le expliqué mi situación de recién llegado del Distrito Federal –y los lazos de amistad entre mi padre y uno de sus hermanos- y le enseñé el único documento que traía conmigo y que “acreditaba” mi condición de periodista: una credencial de un periodicucho de esos que circulan en las delegaciones del D.F. “Reportero”, decía la citada acreditación, y más abajo, mi nombre: Fredy López Arévalo.


Daniel Flores Meneses la tomó entre sus manos, la vio sin detenimiento, y levantó el teléfono. Al otro lado de la línea estaba Rosemberg Ovilla, en ese entonces encargado de la televisora, cuya sede estaba en el lugar que hoy ocupa el parque de La Marimba. Le dijo que iría a su oficina para presentarme, que me asignara la plaza vacante.


La plaza vacante era de “Jefe B”, lo que salarialmente me colocó en mejor posición que el resto de los periodistas que ya laboraban en Chiapas Hoy, entre quienes se encontraban Candelaria Rodríguez, Francisco Ramírez y Elba Narcia, actualmente como reportera de la BBC de Londres, en Inglaterra.


Lo irónico de todo, es que la credencial presentada a Daniel Flores Meneses era apócrifa: un coyote me la había dado en la delegación Cuauhtémoc para trámitar una licencia de manejo sin hacer examen. Ese sería mi inicio en el oficio del periodismo.

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