EL PERIODISMO EN CHIAPAS

Este es una bitácora exclusivamente para textos relacionados con la historia del periodismo en Chiapas. Para exhibir los aciertos y desaciertos, dislates, cosas chuscas y otros detalles que reflejen la idiosincrasia del periodismo chiapaneco. Tantas cosas y situaciones que veo y leo que no quiero que se pierdan en el tiempo, quiero documentarlo y compartirlo. Advierto que para nada pretendo congratularme u ofender a persona alguna.

miércoles, julio 16, 2008

SERVICIOS MUNICIPALES Y PERIODISMO

SERVICIOS MUNICIPALES Y PERIODISMO
Antonio Cruz Coutiño

Lo que pasa en Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas, ha de servir de muestra para lo que ocurre en los otros 117 municipios de la entidad. Sólo, exclusivamente, en lo que toca al desarrollo citadino: el estado que guarda la gestión urbana, materia que incluye infraestructura y servicios. Aunque, al igual que en mi artículo anterior, decido observar esta cuestión, no a partir de lo que las oficinas gubernamentales dicen que hacen, sino desde la óptica de los medios impresos —de los que se editan en la ciudad—, y en particular de sus columnas.

No obstante, advierto que reviso las columnas, ante la ausencia del indicador óptimo; es decir, los artículos de opinión, ausentes, al menos este día martes. Aclaro además, que parto del principio de que los medios son para la sociedad, lo que los ojos y la voz para los individuos.

Bien. Otra vez, pero ahora no en lunes sino en martes, aproveché que fui al fisioterapista, para comprar todos los diarios del día. Creo que ahora corrí con mejor suerte, pues encontré todos: diez. Aunque puede ser que se me haya escapado alguno, pues hoy son tan numerosos y malogrados, como durante los tiempos de Absalón Castellanos y precedentes. Los enlisto: Noticias Voz e Imagen de Chiapas, Cuarto Poder, Heraldo de Chiapas, Diario de Chiapas, Es Diario Popular, Sol de Chiapas, Expreso Chiapas, Chiapas Hoy, Péndulo de Chiapas y el recién resucitado Voz del Sureste.

Los revisé aunque… pordios que ahora sí no me esperaba esto. Creí que las columnas estarían interesadas, si no en los asuntos públicos de gran trascendencia y mayor calado, sí en las cuestiones locales, municipales, las que afectan e interesan de modo más próximo a los ciudadanos. Pero no. Aparentemente, y si nos atenemos tan sólo a esta muestra —que, aunque para unos puede ser parcial, para otros es significativa—, las columnas no reflejan tal perspectiva.

Pasé página a página los periódicos. Encontré en algunos casi sólo gacetillas, es decir, textos sin autor o fuente, mientras que en todos ¡eso sí!, publicidad gubernamental. Vi que La Voz no cuenta con columnas y, aunque El Péndulo presenta dos, tengo dudas respecto de si reúnen el perfil para tipificarlas como tales. El resultado fue el siguiente: en el 67% de los casos no se mencionan las cuestiones municipales, edilicias, urbanas, aunque sí en el 33% de las columnas.

Comentario Zeta (Carlos Z. Cadena) advierte riesgos en la posible construcción del nuevo mercado de Huixtla, pues el Ayuntamiento pretende ubicarlo en el lugar menos propicio. Filo y Sofía (Marijose Flores), aunque omite la razón, denuncia que la Presidencia de Tapachula derriba 30 árboles de un parque. Tema y Voz (Romeo Ortega López) reflexiona sobre la ausencia de una cultura de conservación del agua y clama por las fugas y el uso indiscriminado del líquido. Café Avenida (Pepe Figueroa) expone una ponencia del magistrado Sergio Valls sobre fortalecimiento de las finanzas municipales y servicio de alumbrado público, al tiempo que critica al Ayuntamiento de Tuxtla por el incremento de las plagas de zancudos y baches. Se lee aquí, que éstos últimos “ganan la carrera a quienes los tapan con arenita”.

Títeres y Cabezas (Ausencio García) comenta la recepción de 50 millones de pesos adicionales por parte del Ayuntamiento de Tapachula, que, supone, se aplicarán a obras de infraestructura. En Concreto (Víctor Cruz Roque) plantea los problemas del transporte público municipal e insinúa que deben aplicarse cambios sustanciales en la prestación del servicio. Notas Cortas (El Samuray) advierte sobre el riesgo de las crecientes de los arroyos Potinaspak y Totoposte, afluentes del Sabinal, y del río mismo, ante la negligencia del Ayuntamiento tuxtleco por permitir la invasión de su lecho. Índice (Ruperto Portela Alvarado) explica que la Comisión Municipal de Transporte, de Tuxtla, fomenta el aumento de las tarifas, cuando, en sentido contrario, a ella corresponde normar, mediante la emisión de un Reglamento, la mejoría del servicio.

Rumbo Político (Víctor M. Mejía) advierte que “es un desorden la vida urbana” de Tapachula y que hay fugas de agua hasta junto a la Presidencia Municipal; que las calles están destrozadas, incluso las del primer cuadro de la ciudad, y que el mercado central padece de suciedad y abandonado. ¡Criptex! (Lenin Humberto Solar) acusa de irresponsable al Ayuntamiento de Tonalá ante sus “calles agujereadas” y el “bacheo de pésima calidad”, lo mismo que de corrupción en la venta de espacios en el mercado público y fraude en la ampliación y remodelación del boulevard, y… nada más.

En síntesis: muy de pasada e incluso indirectamente, el 33% de las columnas de los diarios emitidos en Tuxtla, hacen referencia a mercados, calles, parques, agua entubada, finanzas municipales, alumbrado, sanidad, riesgos y transporte público. En cuatro ocasiones se refieren a Tuxtla gutiérrez, hay tres menciones a Tapachula, dos de carácter general y en sólo una ocasión se señalan los municipios de Huixtla y Tonalá. Dedicación loable si consideramos todo el desierto, aunque tal porcentaje de referencias manifiesta alguna ausencia o desequilibrio. Digo, por decir lo menos.

Es increíble que siendo el bienestar de la ciudadanía, objeto fundamental de la política, los medios se desentiendan por completo de enfocar con su opinión la cobertura y calidad de los servicios públicos. Es impresionante que los medios no presten atención al estado que guarda la infraestructura y los servicios urbanos, de los cuales depende la solvencia y armonía social de los pueblos, ciudades y municipios… nuestra calidad de vida.

De acuerdo con el artículo 81 de la Ley Orgánica Municipal, la responsabilidad máxima de los Ayuntamientos radica en la atención eficaz de los servicios públicos. Aquellos destacados textualmente por la ley: agua potable, alcantarillado, alumbrado público, limpia, mercados y centrales de abasto, panteones, rastros, banquetas, calles, parques y jardines, seguridad pública, “y los demás que determine el Congreso del Estado, tomando en cuenta las condiciones territoriales y socioeconómicas y la capacidad administrativa y financiera de cada municipio”. Expresión esta última que sirve para incluir discrecionalmente la atención del tránsito, la vialidad y el transporte urbano.

Otra responsabilidad exclusiva de los ayuntamientos es la construcción de la llamada “obra pública municipal” (art. 117), al igual que participar en la formulación del Plan Municipal de Desarrollo Urbano —el cual, de acuerdo con la fracción VI del artículo 110, debe contener disposiciones sobre las “características de los sistemas de transporte de pasaje y carga”—. Asimismo, aplicar y administrar el Plan (art. 108 y ss.), atribuciones que se ratifican en el artículo 48, donde se establece que la vida de los cabildos descansa en sus “comisiones permanentes”. Entre otras las avocadas a obras públicas, planificación y desarrollo urbano, mercados y centrales de abasto, salubridad y asistencia social, contratación, adquisición y arrendamiento de obras y servicios, agricultura, ganadería y silvicultura, etcétera.
La ley, en este caso, no yerra, pues éstas son las cuestiones que, mal atendidas, afectan negativamente a la gente en su diario acontecer: 1. Guarniciones y aceras amplias y seguras. 2. Calles empedradas o pavimentadas, provistas de alcantarillas. 3. Recolección y tratamiento de la basura y aseo público. 4. Disponibilidad de agua, drenaje, luz, gas, teléfono y cable. 5. Aceras limpias, iluminadas y seguras. 6. Parques, jardines y zonas arboladas para el esparcimiento público. 7. Embellecimiento visual y no proliferación de anuncios. 8. Aseo, orden, comodidad y seguridad en cementerios, mercados y centrales de transportes. 9. Regulación de la calidad y tarifas del transporte urbano. Y otras que se derivan de la letra de la propia Ley.

Es probable que los periodistas especializados en columnas de información, comentarios, ocurrencias y opinión, vieran agotadas, acotadas o incluso censuradas, sus fuentes tradicionales de información. Podrían llegarle entonces a esta fuente abundantísima, quizá inagotable: la Ley Orgánica Municipal y las labores de administración, gestión y promoción que de ella se desprenden, correspondientes al Ayuntamiento y a la administración municipal. Tal información es fácilmente ubicable: la primera junto a su escritorio, en www.congresochiapas.gob.mx/goto/ sitio/leyes, y la segunda, disponible con tan sólo abrir los ojos crítica y constructivamente, a su paso por la calle.

Y es cierto, ya para concluir, que en esto de poner atención a la gestión de los servicios públicos y la infraestructura municipal, no he de referirme exclusivamente a los columnistas, sino en general a todos los periodistas de los medios impresos y a los profesionales de los programas de radio y televisión. Hay tanta tela de dónde cortar, tantos ayuntamientos incapaces, innumerables funcionarios indolentes, y tanta labor de crítica social postergada, que no nos la acabaríamos nunca, aunque nos lo propusiéramos.



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