Antelmo Esquinca González "LUZAN"
El fin es el medio
Sarelly Martínez Mendoza*
Sarelly Martínez Mendoza*
Tomado dela web del www.estesur.com
Alguien me dijo que el maestro Antelmo Esquinca González había escogido su seudónimo apuntando al mapamundi con los ojos cerrados. De ahí, de la punta de su dedo, había aparecido una población perdida de nombre Luzán. Otro más me comentó que Luzán era la combinación de Lucifer y Ángel.
Ninguno de los dos tenía razón, porque en realidad el seudónimo que ha utilizado el maestro Esquinca González durante toda su vida activa de periodista, surgió cuando todavía estaba en sexto año de primaria, después de haber leído un libro de Ignacio Luzán, un poeta y teórico español ya casi olvidado.
En ese texto se encontró con que el hermano de Ignacio, era el duque de Luzán, y que resguardaba el Castillo de San Telmo.
El afán aventurero de Ignacio, que anduvo de allá para acá por todo Europa, y el nombre del Castillo, muy cercano a su nombre, lo empujaron a adoptar el seudónimo por el que ha sido conocido el maestro Antelmo Esquinca González, Luzán.
Hoy nuestro periodista chiapaneco, miembro de una generación de informadores y columnistas decentes y apasionados, está enfermo.
ANTELMO ESQUINCA GONZÁLEZ
nació en el ejido Quintana Roo, municipio de Jiquipilas, el 3 de enero de 1930. Sus padres, José Gabriel Esquinca y Gabriela González, deseaban que estudiara para tenedor de libros.
Él, sin embargo, se dedicó a la docencia y al periodismo. Los rudimentos de la labor informativa lo aprendió de los maestros Carlos Ruiseñor Esquinca, Jesús Agripino Gutiérrez y Mariano Penagos Tovar.
Tuvo tiempo también para practicar el deporte profesional. Fue portero del equipo ADO Puebla que tuvo su espacio estelar en la Primera División del Futbol Mexicano de los años cincuenta.
Desde entonces se quedó, de manera inamovible, con sus ídolos Pirata Fuentes y Horacio Casarín, y con los Tiburones de Veracruz, como su equipo preferido.
LUZÁN
fue corresponsal en Chiapas de Associated Press y de la Agencia Mexicana de Noticias (AME), así como reportero, columnista y articulista de las publicaciones periodísticas chiapanecas más serias desde 1950 hasta la fecha.
Aparte de estudiar para profesor de educación primaria, también cursó dos años de la Licenciatura en Derecho y dos años más de periodismo en la Escuela Carlos Septién García.
Bohemio como casi todos los periodistas, Luzán era un tomador excepcional, hasta que un día, con una copas encima, rodó por las escaleras del Hotel Humberto. Desde ese momento decidió no volver a beber una copa de alcohol. De eso hace ya más de 15 años.
ESTÁN COMO … ¡QUIEREN!
y Así Andamos fueron dos de sus columnas más celebradas. En ellas mezclaba comentarios y acontecimientos diversos de la vida pública.
El 7 de junio de 1984 al recibir el Premio al Mérito Periodístico, escribió parte de su ideario periodístico en Están como… ¡quieren!:
“El periodismo como el magisterio seguirá siendo para mí, un cargo público y una trinchera de lucha donde el objetivo superior seguirá siendo Chiapas a quien amo entrañablemente.
“El reconocimiento a nuestra labor periodística no llega antes ni después. Llega justo en el momento cuando nuestro estado, ese gran mosaico sociopolítico, reclama de conductas que transporten ideas congruentes para el bienestar de los que todo lo dan y menos tienen”.
Esperamos que ese bache por el que atraviesa el maestro Luzán sea superado pronto para que nos siga contando de su vida y de sus afanes por trabajar por lo que menos tienen, y como el dice: En Eso Quedamos.
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