Homenaje de columnista a editor Conrado de la Cruz
RED POLÍTIC@
MIGUEL GONZÁLEZ ALONSO
MIGUEL GONZÁLEZ ALONSO
Columna publicada en el diario Cuarto Poder el 24 de abril del 2007.
RECORDANDO A DON CONRADO
Decidimos reproducir este texto pronunciado el día 27 de enero por el autor de Red Política durante el homenaje que el Gobierno de Chiapas le rindió a Don Conrado de la Cruz Jiménez, quien el día 22 de este mes hubiera cumplido 70 años de vida.
SEÑORAS Y SEÑORES:
He aquí una voz de la Biblia: "Polvo eres y en polvo te convertirás".
He aquí una confirmación de la ciencia propuesta por Lavoisier: "Nada se crea ni se destruye, sólo se transforma".
He aquí una réplica enfática del Cid, Ruy Díaz de Vivar: Tras la afrenta y el destierro... los triunfos... más allá de la muerte.
He aquí, muy cerca de la casa de quien fue el verdugo... EL HÉROE reconocido por el pueblo.
He aquí la columna vertebral del Partenón que aún convertida en polvo; se transforma en energía; sigue vivo, ganado batallas -y aplausos-, en medio de un justo y merecido reconocimiento público y popular que, en su pueblo natal ha organizado el Gobierno de Chiapas.
Ésta, por eso, es una grande ocasión y oportunidad para recordar que Conrado de la Cruz Jiménez escaló todos los estratos sociales, todos, con bravo y valiente corazón en busca de su meta: hacer valer la condición de la Prensa como el verdadero CUARTO PODER.
Pocos o ninguno como él.
En sus manos el Cuarto Poder fue más que un nombre o logotipo. Fue el arribo del pensamiento libre en Chiapas al invento de Gutenberg para informar a la sociedad; para señalar los errores del poder; para dar voz a los sin voz; para hacer al poder entrar en razón... y para dar vigencia a la verdad escrita: al diario vivir.
Diestro, talentoso y dueño de una visión y olfato envidiables, Conrado de la Cruz Jiménez, armó desde su primera incursión en el periodismo al mejor de los ejércitos. Tuvo la sagacidad e inteligencia para reunir a las mejores plumas y armar un concierto de ideas al mando de su batuta: Don Carlos Ruiseñor Esquinca, Héctor Ruiz León, Mariano Penagos Tovar; Humberto Gallegos Sobrino, Jorge Enrique Hernández Aguilar, Doña Gloria D'Amico y Antelmo Esquinca González, brillaron como sus leales columnistas e impulsores de un proyecto, que gracias a su cimiento... está más vivo y vigoroso que nunca. Inicialmente inspirado en un tratado de Federico Engels, provocó con la tinta, el papel, y el trabajo de sus colaboradores la transformación del metal en opinión. Hizo del crisol de su primer linotipo una fuente inagotable de noticias.
Siempre buscó ser líder en circulación y en lo más caro dentro del periodismo: la credibilidad ¡Siempre la logró!
Don Conrado de la Cruz vigorizó su empresa con tecnología de punta y puso en marcha la primera rotativa que no cesa de trabajar. Siempre fue punta de lanza; hombre de avanzada; de altura de miras... de retos a vencer.
Don Conrado se esmeró por reclutar siempre a los mejores, que son hoy los que reciben como herencia su ejemplo de tenacidad, sapiencia y pundonor, para que con responsabilidad y compromiso social Cuarto Poder siga enarbolando su bandera, en cuyo blasón destacan: el periodismo crítico; la información documentada y la terquedad en la lucha por la libertad de expresión.
Conrado de la Cruz Jiménez nació, vivió y murió por el periodismo. Actividad que le permitió cumplir el sueño de ser incansable trotamundo y consumado sibarita.
Siempre supo encarar AL PODER con la más contundente de las armas: LA RAZÓN. Jorge De la Vega, Salomón González Blanco, Juan Sabines Gutiérrez, Gustavo Armendáriz Ruiz, Absalón Castellanos Domínguez, Patrocinio González Blanco Garrido, Elmar Setlzer Marselle, Javier López Moreno, Julio César Ruiz Ferro y Roberto Albores Guillén fueron gobernantes y al mismo tiempo amigos del empresario periodístico. Igual que, como hoy, ha demostrado serlo Juan Sabines Guerrero.
Siempre exitoso -también- recorrió su vida en constante ascenso, pero el último tramo de ésta fue particularmente ejemplar, interesante, AGenial! Cometió la osadía de decir la verdad a un tirano, sin más títulos de identificación que los de: Hipócrita, cínico, vengativo, sanguinario, verdugo y carcelero.
Que nadie entienda estas palabras como un acto de envalentonamiento "a toro pasado". Lo digo fuerte y claro porque aquí en Chiapas continúa la bestia negándose a soltar el poder.
ASí! Conrado de la Cruz Jiménez cometió la osadía de desenmascarar públicamente al usurpador y falsificador quien lejos de asumir al poder debió enfrentar tribunales, mismos que aún le esperan para aclarar sucesos del capítulo negro de su histeria vivida y corrupta administración ANunca (para los mezquinos) historia!
Conrado de la Cruz Jiménez encaró a la hidra del Palacio, valeroso. Nada lo arredró.
Ni la injusta prisión de su hijo Conrado de la Cruz Morales; el doloso aseguramiento de sus propiedades; el terrorismo fiscal contra su empresa; la obscena cacería desatada contra su familia o la abusiva persecución a sus colaboradores por parte de un consumado opresor, pudieron hacerlo declinar o dar marcha atrás en sus firmes convicciones.
Conrado de la Cruz Jiménez sufrió y sobrevivió a la violencia intensa de un bárbaro; de un inquisidor medieval; de un visceral, enfermo y abyecto carnicero de nombre PABLO SALAZAR MENDIGUCHÍA.
A Don Conrado en esa lucha -desigual- Ale sobró corazón!... en contrapartida a Pablo le Afaltó Dios para vencerlo!
Por eso hoy Conrado de la Cruz Jiménez es código semántico: periodismo-poder-lucha-triunfo; referente obligado de libertad; sinónimo de esfuerzo y gloria; insignia de lucha y divisa de honor.
AJamás! ANunca! en Chiapas y México se podrá entender en adelante a la Prensa sin Conrado de la Cruz Jiménez, quien fue mártir del insulso autoritarismo salazarista.
ANunca más gobiernos autócratas!
ANunca más gobiernos absolutistas!
ANunca más un canalla al Gobierno!
Aunque a pesar de su ferocidad y sed de venganza; de su confiada condición de haber vencido a todos con todo... no pudo con la Prensa... con el CUARTO PODER... contra Conrado de la Cruz Jiménez.
Al fragor de la desigual batalla nada ni nadie detuvo a nuestro Director General, como tampoco, nada ni nadie será capaz -por influyente que se sienta- para detener el paso de éste a la historia del periodismo y a la de la lucha social en defensa de la libertad de expresión. De eso debemos estar orgullosos quienes HOY tenemos puesta la camisa de Cuarto Poder y quienes transitamos por el oscuro sexenio guiados por la luz que representó siempre para nosotros Don Conrado de la Cruz Jiménez.
Ante hechos consumados, a pesar de lo dolorosos, el periodismo no tiene tiempo para venganzas. Solamente compromiso editorial con sus lectores.
Don Conrado de la Cruz Jiménez ha dejado huella indeleble y profunda en la memoria de su pueblo en su andar por el periodismo por su heroicidad y ejemplo.
Por eso hoy estamos aquí para decirle adiós al amigo, al maestro, al jefe, al compañero, al director, a quien supo dar rumbo a la crítica y conducir siempre con firmeza el timón de la nave que, a pesar de los embates, jamás permitió que sucumbiera por la fidelidad a sus ideales. Lo decía ayer el arzobispo Rogelio Cabrera López: "Conrado de la Cruz Jiménez buscó la verdad; logró la verdad y eso tuvo consecuencias".
En efecto. Una de las consecuencias fue su muerte, -muerte- que lamentamos haya tenido lugar en el exilio antes de que pudiera volver a su tierra... pero sobre todo antes de poder volver a abrazar a su hijo que, gracias a su tenacidad y sólido amor, alcanzó a saberlo afuera de la celda en donde se le apandaba impunemente a capricho y donde Conrado de la Cruz Morales aguantó estoico el inmerecido castigo que, ante la impotencia del sátrapa dictadorzuelo -y poco hombre- arreciaba con el propósito cruel, brutal e inhumano de doblegar a su padre.
A Conrado hijo ANunca se le comprobó un delito! pero se le atormentó con vileza durante 44 largos meses.
La justicia divina -familia de la Cruz Morales- en ocasiones tarda... pero por fortuna, siempre llega. Sí, todo llega en su momento, el secreto radica en saberlo esperar. Ya habrá de alcanzarle PRONTO algún juicio... terrenal o divino a ese -poco- hombre que atormentó a los hijos de un rival: con irracionalidad desmedida producto de su falta de ética política; sus traumas de niño; su enanismo mental... su carencia de escrúpulos.
SEÑORAS Y SEÑORES:
Ya está claro que Conrado de la Cruz Jiménez en vida fue un aguerrido empresario e incansable gladiador, y que hoy, sus cenizas representan a un héroe indiscutible quien nos enseñó que: uno, debe de ser lluvia en lugar de ver llover; volcán activo en lugar de grano de arena y río en lugar de ser laguna.
Sí, por ello habremos de esperar pacientes a la próxima temporada de lluvias para que, el contenido de esa urna, las cenizas del volcán que siempre fue Don Conrado sean dispersas a las afueras de su periódico, el CUARTO PODER, y de esa forma sea la naturaleza quien las haga transitar por todas las sendas que conducen al río Sabinal; sigan su curso hasta que pasen por la presa para transformarse en energía; en fertilidad de campos... en polvo universal... cósmico.
Mientras ello sucede, tal y como lo fue su voluntad, muy pronto tendremos noticias de la llegada de otra parte de sus restos a las aguas míticas del río Sena, que parte en dos a la Ciudad Luz, París, cuando sean arrojados éstos desde el puente más ornamentado que lleva el nombre del Zar Alejandro III de Rusia.
Por ahora les pido... Nos pongamos -todos- de pie para tributar un renovado aplauso al héroe, al hombre que no le dio el gusto a su rabioso persecutor para arrodillarlo AMenos de darle el tiro de gracia! Aunque producto de las heridas sufridas en batalla... a la postre le costara la vida.
Adiós Conrado de la Cruz Jiménez.
Estamos ciertos de que como el Cid Campeador seguirás ganando batallas.
¡Bien haya tu legado para todas las generaciones de periodistas de Chiapas!
¡Bien haya tu lucha por la libertad de expresión!
¡Bien haya tu nombre en las páginas de la historia!
¡Viva Conrado de la Cruz Jiménez!
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