EL PERIODISMO EN CHIAPAS

Este es una bitácora exclusivamente para textos relacionados con la historia del periodismo en Chiapas. Para exhibir los aciertos y desaciertos, dislates, cosas chuscas y otros detalles que reflejen la idiosincrasia del periodismo chiapaneco. Tantas cosas y situaciones que veo y leo que no quiero que se pierdan en el tiempo, quiero documentarlo y compartirlo. Advierto que para nada pretendo congratularme u ofender a persona alguna.

martes, diciembre 15, 2009

La crónica de Juan Pablo Meneses en Chiapas


La crónica de Juan Pablo Meneses en Chiapas

El fundador de la Escuela Móvil de Periodismo Portátil

De Abenamar Sánchez

Se lo ve cansado pero una pregunta sobre periodismo narrativo ha bastado para que Juan Pablo Meneses convirtiese la reunión de cena, en una mesa de cuatro sillas en el centro del restaurante Vips en Tuxtla Gutiérrez, en un taller sobre cómo y por qué contar historias en la prensa. Camino del aeropuerto para acá preguntó y se informó de que una de las comidas tradicionales en Chiapas —en el sureste mexicano— es el tamal, pero ahora está sentado frente a un plato de tacos. Hace días estuvo en el Distrito Federal, esa urbe vinculada a los tacos como Argentina a los bifes, pero esta noche ha llegado del norteño estado de Zacatecas, adonde también acudió a presentar Hotel España, su libro que redescubre la América Latina del Bicentenario. En esta ciudad la presentación, acompañada con una ponencia sobre periodismo narrativo y portátil, será el próximo viernes. “Pero nos acaba de dictar un pequeño taller”, coincidirán las tres personas del periódico local Noticias al rato que termine la cena y acompañen a Juan Pablo a la puerta del Holiday Inn que está a la vuelta.

Hace dos semanas que salió de Buenos Aires. Argentina es el país donde radica —esto es nomás por decirlo porque en verdad Juan Pablo Meneses es un freelance que pocas veces se sabe en qué territorio está—, desde que abandonó Santiago de Chile con el propósito de recorrer el mundo escribiendo historias. Así fue también como nació su reciente libro al que promociona en lo que él ha denominado La gira mexicana de Hotel España. Recorrió los hoteles España que hay en los países de América Latina y a través de ellos cuenta los cambios y retrocesos en los antes territorios de la Colonia. El plan inicial era recorrer seis estados. Zacatecas se agregó sobre la marcha. Eso llevó a que se pospusiera para hoy martes la llegada a Chiapas. Del aeropuerto a la ciudad contó que no pudo incluir a dos estados más en la agenda, preguntó sobre la prensa local, sobre esa prensa que en su mayoría aparece y desaparece de acuerdo a como fluya el dinero oficial, y sobre San Cristóbal de Las Casas. Tiene pensado viajar a esa ciudad turística: escribirá un texto para El Mercurio de Chile.

Dice que tiene planes de realizar otra gira en el segundo semestre del próximo año. Será una de talleres de periodismo narrativo. Vestido de ligera camisa azul celeste y pantalón oscuro, comenta que le agrada el clima templado. En el aeropuerto apareció en la sala de espera con la chaqueta en una mano y un maletín y una maleta en la otra. Alguien le advierte que en San Cristóbal, elevada unos seiscientos metros más que esta ciudad sobre el nivel del mar, el clima es frío, pero él está empezando a dibujar una escena catastrófica para ejemplificar el por qué es necesario contar historias en la prensa: Un helicóptero cae sobre este restaurante, en cinco segundos la noticia ya está en las redes sociales electrónicas, en unos minutos ya lo sabe el país, en media hora ya lo sabe el mundo. Al día siguiente abres un periódico y te dice lo mismo que ya sabes. Pero qué pasaría, si abres un periódico y te encuentras con una historia bien contada. Te quedas con ese periódico. No es con los números como va a competir la prensa con los medios electrónicos. Es con las historias.

Noche de miércoles. En la sala virtual del Taller de Escritura Creativa de la Escuela Móvil de Periodismo Portátil alumnos de varios países están charlando con Juan Pablo Meneses. La mayoría tal vez no sabe que el cronista los está atendiendo desde Tuxtla Gutiérrez. Si alguno sabe que el escritor está en esta ciudad, tal vez no sabe si está en un cibercafé o en la habitación del hotel o en alguna plaza con sistema Wi-Fi o inalámbrico. Les pide que cada uno detalle un poco más sobre la historia que propone escribir. La historia deberá tener un enfoque original y un interés universal. ¿Qué quiero contar? ¿Qué quiero decir? ¿A quién le interesa leer la historia que voy a contar? Para sobrevivir contando historias, éstas deben ser vendibles. La clase online dura un poco más de una hora, pero los alumnos tienen la tarea no sólo de empezar a escribir la historia sino de leer otros textos.

En la tarde del jueves Juan Pablo explica con más detalles su forma de trabajo a un reportero y a un universitario que lo acompañan en la caminata en la plaza y avenida principales de la ciudad, entre puestos de antojitos que se han instalado con motivo de la fiesta de la Virgen de Guadalupe. Viste playera y pantalón oscuros, y su andar recuerda la descripción que Julio Villanueva Chang, otro cronista internacional, hizo de Riszard Kapuscinski en un texto que tituló El abc del señor K, en el que escribe que Kapu, el reportero del Tercer Mundo, quien también viajó a no pocos países, “conserva ese andar pendular de oso”. Camina como si estuviese rengo de un pie. Dice que no está cansado, pero sugiere entrar a un café, y en la mesa —en la esquina de un local azul de unas quince o veinte mesas y anchos ventanales, llamado Café La marimba— vuelve a contar que él empezó primero por la literatura para llegar al periodismo como ocurrió con Norman Mailer, Truman Capote, Tomm Wolfe, algunos de los considerados maestros del periodismo narrativo norteamericano.

Vacaciones en Katmandú fue el primer texto —un cuento— que publicó en un periódico. Apareció en La Nación de Chile, en 1994. Cuando salió, lo enmarcó, y también planteó un dilema en su cabeza: Este texto podría ser mi primera o la última publicación en un periódico. Deseaba que fuera la primera. La respuesta la tuvo tres años después. En 1997 apareció su siguiente texto. Seis años después publicó su primer libro de crónicas: Equipaje de mano, en el que participaron, cada uno en la edición de uno de los diez textos, cronistas estrellas como Jon Lee Anderson, Juan Villoro, Julio Villanueva Chang, Daniel Riera y Alma Guillermoprieto. Luego aparecieron sus libros Sexo y Poder, La vida de una vaca, Crónicas Argentinas y Hotel España. También fundó la Escuela Móvil.

El viernes, poco después de las once horas, uno de los dos reporteros que lo acompañan en la mesa sobre el teatro de la Sala de Rectoría de la universidad de Ciencias y Artes de Chiapas repasa que Juan Pablo Meneses publica en varias revistas internacionales. Menciona a SoHo de Colombia, Etiqueta Negra de Perú, Emeequis de México, The Clinic de Chile, Brando de Argentina, Gatopardo, mexicocolombiana, y Clubcultura de España. La sala, con un aforo para doscientas personas, está llena de reporteros, universitarios y directivos de medios impresos y electrónicos. La presentación de Hotel España y la ponencia duran casi dos horas. Juan Pablo Meneses insiste en que la ventaja de la prensa está en contar historias. Historias buenas. A eso va él a San Cristóbal de Las Casas, a cincuenta kilómetros de Tuxtla Gutiérrez. Estará ahí hasta el lunes, reporteando. La Gira mexicana de Hotel España cerrará al día siguiente en la noche en el Distrito Federal

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