EL PERIODISMO EN CHIAPAS

Este es una bitácora exclusivamente para textos relacionados con la historia del periodismo en Chiapas. Para exhibir los aciertos y desaciertos, dislates, cosas chuscas y otros detalles que reflejen la idiosincrasia del periodismo chiapaneco. Tantas cosas y situaciones que veo y leo que no quiero que se pierdan en el tiempo, quiero documentarlo y compartirlo. Advierto que para nada pretendo congratularme u ofender a persona alguna.

miércoles, agosto 27, 2008

Valls vs Columnista

Roberto Domínguez Cortés
Cuarto Poder
27 de agosto del 2008.


Hojas Libres
"Dile a Roberto que me pegue, porque cada vez que me pega me trae buena suerte. Y ahora como ya no me ha pegado he tenido muy mala suerte." Jaime Valls, la intolerancia y la soberbia

Trabajar, no perder tiempo en provocar



Desde hace varios meses apenas recién protestado, el alcalde Jaime Valls Esponda me mandó un mensaje con el tufo de la intolerancia, la amenaza y la soberbia. Diría a su forzado interlocutor: "Dile a Roberto que me pegue, porque cada vez que me pega me trae buena suerte. Y ahora como ya no me ha pegado he tenido muy mala suerte." Desconoce Jaime Valls que el periodismo es de precisión y no de cualquier momento. Y cada aseveración debe de estar documentada. Al argumento sigue el sustento. Pero para Jaime Valls el escribir es una cuestión de instinto, exactamente igual de como él se conduce en la presidencia municipal.

De nuevo su soberbia lo indujo a caer en la misma provocación. Volvió a improvisar interlocutor con el mismo correo de enero: "Dile a Roberto que me pegue porque últimamente he tenido muy mala suerte." La impotencia le viene desde sus aspiraciones presidenciales cuando aquí en este mismo espacio se le vaticinó que no tenía con qué ganar la elección del 7 de octubre. Desarraigo, incompetencia y desconocimiento concurrían en su persona para aspirar a convertirse en presidente municipal.

Se apuntó por el PRI para competir por una diputación local y ni como referencia apareció en las encuestas. Las cifras históricas del PRD en Tuxtla invalidaron por anticipado el "triunfo" de Jaime Valls. Con candidatos mejor posicionados, el PRD consiguió en cinco elecciones tan sólo 54 mil votos, en tanto que el doctor Aquino Juan Alcanzó apenas 5 mil votos en el 2004. Sólo que Jaime Valls con el manipuleo electoral y el fraude consumado logró lo que ni Carlos Morales -dos veces diputado federal por el PRD en Tuxtla- pudo: 51 mil votos que nadie se los cree. Pero además, la alternancia en Tuxtla siempre fue PRI-PAN-PRI y de pronto, fuera de todo pronóstico, apareció el PRD con Jaime Valls. Y curioso, el PRI ganaba en Tuxtla por sus siglas y el PAN por sus candidatos: Enoch Araujo y Paco Rojas. En tanto que con Valls, el PRD no llevaba candidato y el candidato no tenía partido.

Cuando dice Jaime Valls que es de buena suerte -para él- que se le pegue, no pensaba así en los días anteriores a la elección para presidentes municipales. Por todos los medios buscó sentarse a platicar conmigo. Trató de hacerlo a través de amigos míos en contacto con él, de funcionarios del gobierno del Estado y algún priista a petición de una funcionaria del Ayuntamiento. Estaba cañón avalar lo que venía en una elección compuesta de antemano.

Hasta la represión judicial se dejó sentir. En espera de una apelación que involucraba a mis dos nietos, hablé con un pariente suyo magistrado. En vez de tratar el asunto bajo los argumentos legales expuestos en el expediente, la plática versaba sobre la candidatura de Jaime. Lo excelente muchacho que era y bien preparado. Sus contactos en la Secretaría de Hacienda y el cúmulo de recursos que ya se venían venir para Tuxtla en cuanto Jaime ganara. Como la crítica desde Hojas Libres no se detuvo, el fallo del pariente fue adverso, en oposición al voto de los otros dos magistrados. En fin, son gajes del oficio.

1 Comentarios:

A la/s 3:10 p.m., Blogger Lord Edramagor dijo...

Curioso el análisis.
Me recuerda a un candidato completamente desarraigado, chiapaneco dice él, aunque con más de un acta de nacimiento que pasó de diputado local a alcalde y después, a la grande.
Realmente curioso análisis el de esta ocasión.
Ya veremos si se repite la sagacidad, el desglose, el atino cuando a Valls le toque la silla mayor (que no dudo, le tocará) en el 2012. Hay que guardar bien esta columna en archivo Chaino.
Un abrazo. Saludos.

 

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