La travesía en Chiapas para presentar un libro de periodismo
Epistolario
Armando Rojas Arévalo
Armandorojasarevalo@yahoo.com.mx
Tomado del Diario de Chiapas, 27 de agosto del 2008.
Estimados diez lectores: Presentar un libro en Chiapas, especialmente si se trata de un escritor chiapaneco y la organización y patrocinio es de CONECULTA, es una pesadilla parecida al infierno de Dante. El profesor Palacios y sus huestes de romanos se encargan de hacerte la vida de cuadritos, como si ésa fuese su función.
Me tocó vivir esta desagradable situación en carne propia, hace unos días, cuando Alberto Carbot y yo viajamos a Chiapas a presentar el libro "Morir de Periodismo" de Marco Aurelio Carballo.
La presentación fue en Tuxtla Gutiérrez, Comitán y Tapachula, donde supuestamente CONECULTA se encargaría de la promoción, organización y patrocinio de los eventos, pero no sólo se deslindó de tal responsabilidad porque, supuestamente, su presupuesto se había destinado al montaje de un festival de marimba y de una exposición de quesos y chocolate (díganme ustedes, qué carajo tiene que andar haciendo el CONECULTA vendiendo quesos).
En Tuxtla, de no haber sido por la generosa hospitalidad de la UNICACH (gracias Rector Castellanos, gracias a Oscar Hugo Hernández, dirigente del sindicato) que no sólo nos dieron cobijo en la galería de la Rectoría y hasta nos invitaron a cenar, hubiéramos hecho el evento bajo un árbol en el parque y a pleno sol.
Lo más curioso -diría cínico- es que el profe Palacios se presentó como invitado al acto de la UNICACH y hasta se sentó en primera fila y al final le entró al vino y a los bocadillos.
En Comitán el CONECULTA "organizó" la presentación con toda la mala leche del mundo. Nos puso el auditorio de la Casa de la Cultura que tiene una capacidad para unas trescientos personas, pero a la misma hora y enfrente de ese recinto llevó a cabo su festival de marimba. Obvio, la gente se fue a escuchar marimba y sólo tuvimos a 42 personas de público: los amigos de Oscar Palacios, el escritor que me imagino no tiene ningún parentesco con el Profe Palacios; dos que tres funcionarios del ayuntamiento, Gerardo Pensamiento y su esposa Ruth, un niño que andaba tomando fotos, y algunos más despistados.
Gerardo Pensamiento nos ofreció después una cena en el restorán de un amigo suyo, donde bebimos y comimos contentos porque hubo presencias gratas.
De Comitán a Tapachula nos fuimos al otro día a bordo de una camioneta que nos prestó para todo el viaje un amigo de Carbot, cuyo nombre omito para no "quemarlo" pero al cual le estamos todos muy agradecidos. Cinco horas y media de viaje a través de la sierra, pasando por Motozintla, vomité y vomité por tanta curva.
Llegamos a Tapachula media hora antes del evento, sanos y salvos. Del CONECULTA, como ya se han de imaginar, ni sus luces. Ahí el ayuntamiento salvó la situación y nos facilitó uno de los salones del emblemático edificio de la biblioteca, donde la señora Mitsui y Oscar Ballinas, por encargo del presidente municipal, nos dieron una recepción marimba.
Tuvimos lleno completo y eso que estaba en su apogeo, a pocos pasos de ahí, la Feria de San Agustín.
Al otro día, domingo, Carbot y Carballo hicieron el viaje de regreso a México, obvio con boletos que no pagó CONECULTA, y yo me dirigí a Tuxtla en un autobús de la Colón que hace escalas en todos los pueblos que hay en el camino.
En Tuxtla el hospedaje en el María Eugenia lo pagó el ayuntamiento, los alimentos nosotros. En Comitán, hospedaje y alimentos, la Asociación de Columnistas encabezada por Erisel Hernández, y en Tapachula el hotel fue por el patrocinio del ayuntamiento.
¡Díganme ustedes, qué fregada necesidad tenemos Marco Aurelio Carbot, y yo de andar mendigando apoyos y molestando a los amigos, porque el CONECULTA no sirve para nada?
Empero, el profe Palacios está más fuerte que nunca al frente de la institución, según me dicen, porque Pablo Salazar le pidió al gobernador Sabines que lo mantenga ahí.
Funcionarios como el profe Palacios son milusos, porque en cualquier parte que los pongan van a servir igual, lo mismo en la Secretaría de Educación que en CONECULTA o en la dirección de Drenaje y Alcantarillado.
Chiapas, un estado donde la cultura es un baluarte, no se merece esto. Si quieren sostenerle su sueldo al profe Palacios, mándenlo a cualquiera otra oficina donde gane igual, pero, por favor, ¡quítenlo de CONECULTA! Podría ser el más eficiente funcionario en la OCAS y no hacerle daño a nadie con su incompetente equipo de colaboradores.
Perdón, ¿qué es la OCAS? La sigla quiere decir "Organización para la Complicación de Asuntos Sencillos.
Por vía de mientras, espero otro director de CONECULTA u otro sexenio para publicar mi novela. No vaya a ser que se me atraviesa el profe Palacios y me mande a presentar mi libro a Copoya, Tenejapa o Chilón.
¡Fue horrible! ¡Fue horrible!
publicadas por Mandujano @ miércoles, agosto 27, 2008
1 Comentarios:
Wellcome to the Hell, mi querido Blue Demond, yo sé que Marco Aurelio Carballo tuvo que tomarlo de otra manera, es decir con más filosofía, pero bueno, después de todo, digo que luego de leerle (mi querido Blue), no siento más que pena.
¿Por qué? Pues nada más porque sí, a secas sí, es decir, ¿Qué se podría esperar del CONECULTA? ¿Apoyo a la Cultura? Por favor escribiendo esto perdió usted su tiempo, no le pidan peras a los olmos, CONECULTA no apoya ni a los escritores en Chiapas (que no sean sus amigos, claro) mucho menos tendría que hacerlo con los que estando afuera, se las dan de tan buenos que no necesitan de tal apoyo, es decir, no apoya ni a los que piden apoyo, menos lo ha de hacer con los que vienen a Chiapas diciendo que no necesitan de tal apoyo, pero que les caería bien un poco, es decir, no se queje mister Blue, da pena, en serio da pena, por eso Marco Aurelio no escribió nada del periplo ni tampoco firmó nada, es que da pena.
No me vaya a venir con aquello de que esta catarsis es una defensa al profe Alfredo, al que no tengo el disgusto de conocer, entonces no tengo por qué defender, ni se lo merece, soy de los que no cree en eso, por ejemplo, tengo dos libros de poesía inéditos y uno de ellos a pesar de haber sido premiado por el propio CONECULTA, todavía continúa sin publicar, es decir, no tengo por qué defender algo, no hay nada que defender, tampoco hay nada que esperar.
Pero sí me da risa que vengan algunos de fuera a sentirse los merecedores de la gloria sólo porque sí y ya, y no lo digo por Marco Aurelio, que sí se merece todo, lo digo por usted mister Blue, hay algunos que ya compraron su terreno en la historia y ni modo el suyo, el de usted mister blue, fue el de pasar a la historia como aquel Rey Herodes que embobado por el baile de Salomé prometió a cambio de sus favores cualquier cosa, el papel de Salomé, claro que le corresponde a Pablo Salazar, que le pidió a usted la cabeza de Juan Bautista (lease Roberto Albores, tan santo él), usted sin temblarle la mano le dio la cabeza del buen Satanás que era su patrón a quien convenció para que acudiera a la entrega del poder aquella mañana del 2001 en el polyforum, ¿Se acuerda cómo los campesinos le gritaban maldiciones a Albores? ¿Cómo lo empalaban ante la mirada complaciente de Pablo?
Ni modo ese es su cachito de historia mister blue, el de la buena traición, gozela ya que no pudo gozar de los favores de Pablo que no entendió (o no quiso entender) que lo que usted quería era quedarse en comunicación social, y ni modo, la entrega de Albores fue en vano, y a usted no le tocó ni un cachito de poder en el sexenio de Pablo, muy lamentable de verdad.
Por eso, de qué se queja mister Blue, ya no lo haga, da pena, en serio.
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