La situación laboral de los periodistas en Chiapas
Por Abenamar Sánchez
Al tiempo que informan e investigan sobre hechos de interés social unos periodistas de Chiapas mantienen en estos días una batalla jurídica contra una empresa radiofónica que les respondió con despidos una petición de incremento salarial.
Al tiempo que informan e investigan sobre hechos de interés social unos periodistas de Chiapas mantienen en estos días una batalla jurídica contra una empresa radiofónica que les respondió con despidos una petición de incremento salarial.
El caso -periodistas contra la estación radial XHTGZ y viceversa- abre un capítulo más de la historia del Periodismo en Chiapas, que empezó a escribirse con la publicación del primer semanario, en 1827, bajo el nombre de Campanas Chiapanecas.
Entre el último mes del año pasado y los dos primeros de éste el director del noticiario Notinúcleo, Miguel Ángel Osio, despidió a seis de sus colaboradores por exigir incremento salarial debido a que unos ya no les alcanzaba los 375 pesos quincenales y a otros los 750 pesos.
Pero sólo Mario Castillo, Laura Matus y Blanca Barranco, el primero periodista gráfico y las segundas reporteras de asuntos político y social, decidieron hacer lo que con las quejas ajenas sobre violación a los derechos humanos y laborales: denunciaron.
Ahora tienen sentado en el banquillo de los acusados a una empresa radiofónica que le sirvieron unos durante más de un año y otros por menos tiempo sin recibir prestación alguna y a cambio de raquíticos salarios, de 20 a 50 pesos diarios.
El abogado Fernando Sydney Hernández Zimán se muestra optimista al manifestar que sus representados saldrán triunfante en la lucha y que ésta podría durar un promedio de seis meses porque primero hay que presentar amparos. El caso está en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.
Testimonios de…
Junto a Mario, Laura y Blanca fueron despedidos Susana Chavira, Donata Nango y José Antonio Morales, quienes se dedicaban al monitoreo de medios y redacción y de vez en cuando a la reporteada. El último sí se sumó al principio a la demanda pero luego desistió.
Testimonios de…
Junto a Mario, Laura y Blanca fueron despedidos Susana Chavira, Donata Nango y José Antonio Morales, quienes se dedicaban al monitoreo de medios y redacción y de vez en cuando a la reporteada. El último sí se sumó al principio a la demanda pero luego desistió.
Susana Chavira, aún estudiante del IV semestre de Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), no se sumó a la denuncia para, según su opinión, no perder tiempo. Pero esa postura no le impide criticar a la empresa y también cuestionar a aquellos mercenarios de la información (algunos directores de medios tanto impresos como electrónicos), quienes se consideran baluartes del periodismo en Chiapas.
A ella, Susana, la empresa le pagaba 375 pesos quincenales por ocupar el puesto de redactora e integrar el equipo de monitoreo. Tras el despido se integró a la redacción del Diario Popular ¡Es! y está ganando 600 pesos quincenales. Aquí en Chiapas, arguye, como periodista “se hace un trabajo más en beneficio de las empresas que de la sociedad. Por ejemplo, en Notinúcleo están inclinados hacia el Partido Acción Nacional (PAN) y a veces te llegaban notas interesantes para el pueblo y el director te decía que no salía”.
“Pues no valoran nuestro trabajo”, complementa Mario Castillo, quien lleva años haciendo periodismo, y luego prosigue de que es lamentable que las empresas periodísticas que a los cuatro vientos denuncian la violación de los derechos humanos estén o incurran en el mismo delito. Para él, quien trabajó una año con seis meses para la empresa, como reportero vial a cambio de 1 mil 500 pesos mensuales, es necesario que a los periodistas se les garantice la seguridad y un salario digno.
Laura y Blanca coinciden en que es muy triste la situación de los periodistas en Chiapas, principalmente los que laboran en medios locales, y que la denuncia laboral que interpusieron debería de servir de ejemplo para que los periodistas empiecen a organizarse y luchen por un trato digno y profesional.
Hasta el momento casi todos los medios locales pagan salarios que no rozan ni los cien pesos y ni los cincuenta pesos, pero sí exigen al periodista labore hasta más de diez horas diarias. Algunos dueños o empresarios de medios locales llegan a considerar que le hacen un favor al periodista al publicarle su trabajo.
La negación
La negación
La demanda laboral fue interpuesta por los ex trabajadores el 28 de febrero de este año y se integró el expediente J/0/177/2003. La primera audiencia se celebró el 2 de junio y la empresa negó relación laboral alguna con todos los reporteros demandantes aunque éstos ofrecieron como pruebas las acreditaciones y recibos de pago.
En específico, el apoderado legal de la empresa, Sergio Héctor Cupido Ramírez, negó cualquier relación laboral con los seis reporteros con la intención de que éstos no logren su indemnización constitucional, salarios caídos, aguinaldo correspondiente al 2002, prima antigüedad, vacaciones, prima vacacional, séptimos días, días festivos y horas extras, lo que reclaman.
La empresa niega relación alguna y los periodistas esperan presentar las pruebas en cuanto la Junta Local, que se ha reservado el derecho de fijar fecha y hora para el desahogo, lo pida. Dicen que trabajaban de lunes a domingo en un horario de 7:30 a 22:00 horas. Mario laboró un año y seis meses y fue despedido el 31 de diciembre de 2002; Laura, un año con ocho meses y fue despedida el dos de enero de 2003 y Blanca, cinco meses y despedida el 17 de febrero.
La violación a…
La violación a…
Para Fernando Sydney, el apoderado de los periodistas, la empresa al despedir de manera injusta a los trabajadores y luego negar la relación laboral con ellos violó los artículos 21, 22 y 48 de la Ley Federal del Trabajo.
Los primeros dos artículos tratan sobre la relación obrero-patrón y el otro sobre la
liquidación del trabajador despedido. La empresa violó esos artículos y hay la certeza de que los periodistas van a ganar la demanda porque cuentan con pruebas.
En el estado, según Sydney, quien hace años llevó y ganó el caso de una reportera contra el diario local Cuarto Poder, las empresas periodísticas violan los derechos de los periodistas al no darles un trato profesional que se traduzca en buenos salarios y prestaciones de ley.
Casos, casos
Casos, casos
Ahora es una lucha de periodistas contra una empresa radiofónica. Hace años, entre 1995 y 2000, fue entre una periodista contra el diario local impreso Cuarto Poder. Janeth Schwartz Parnes demandó a la empresa y logró una indemnización de 50 mil pesos. El caso lo llevó también Fernando Sydney.
Otro caso que se dio casi en los mismos años y que no llegó al tribunal laboral fue el de la periodista Irma Ramírez. Ella fue despedida por el ya desaparecido diario local El Observador, cuando se encontraba en estado de embarazo.
En una entrevista de hace cinco años -publicada en el número 186 del semanario chiapaneco Este Sur, de la segunda semana de junio de 1998- cuenta que ella fue despedida junto con sus compañeros reporteros por el ya desaparecido diario local El Observador en cuanto hicieron huelga para que se les pagara una quincena atrasada.
Candelaria Rodríguez Sosa, dueña y ex directora del diario, quien siempre ha estado en luchas que aparentemente pugnan por el respeto al derecho de la mujer, la despidió con cinco meses de embarazo y le dejó por un tiempo el Seguro Social. En el mismo número del semanario, ahora virtual, la directora justifica que entonces el diario atravesaba por una crisis económica y que despidió a la reportera y a sus compañeros por hacer huelga.
Irma fue despedida por reclamar su quincena y Mario, Laura y Blanca por desear y solicitar el incremento salarial.
Pasan los años, las nuevas tecnologías llegan a los diarios, perola situación laboral de los reporteros sigue igual.
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